Get Mystery Box with random crypto!

#Y_sigue_la_mata_dando 170222 2/2 Lo siento, en ocasiones | Akasha Comunidad

#Y_sigue_la_mata_dando 170222
2/2

Lo siento, en ocasiones me emociono y me puedo desviar del mensaje original. Y ese mensaje original se centra en esta nota publicada en la revista Nature el 14 de febrero (https://www.nature.com/articles/d41586-022-00003-y). En ella, reportan que los ensayos preclínicos de las inoculaciones nuevas (recuerden que las farmacéuticas corrieron velozmente a sus puestos de trabajo para generar nuevas vacunas para las nuevas variantes, con el fin de seguir ofreciendo productos que sean comprados por los gobiernos de los países. ¡Faltaba más, que para eso están las farmacéuticas! Sin importarles que de acuerdo a una publicación reciente (https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0013935122002389), se estima que cerca del 50% de la población mundial ya se expuso al virus de forma natural (recuerden que ya les he presentado evidencia de que la inmunidad natural funciona, y funciona muy bien; por ejemplo: https://www.cdc.gov/mmwr/volumes/71/wr/mm7104e1.htm#T2_downhttps://www.cdc.gov/mmwr/volumes/71/wr/mm7104e1.htm#T2_down) y sin importarles que la virulencia de las nuevas variantes es cada vez menor (ya era baja; asociaba a una tasa de supervivencia de más del 97% de manera general, pero ahora es aún menor), y sobre todo, sin importarles que se van a seguir generando nuevas variantes ad nauseum, porque eso es lo que ocurre de forma normal cuando se "copia" (nombre correcto: replica) tanto un virus que circula de forma tan diseminada, y porque sus vacunas – al inducir la inmunidad sistémica y no la inmunidad de mucosas – son incapaces de detener la transmisión. En otras palabras: esta historia, continuará, y continuará y continuará (hasta que alguien grite “¡FIN!”).

Decía, entonces, que el escrito en Nature, por Emily Waltz, indica que las pruebas hasta el momento muestran que las “nuevas vacunas” para las variantes nuevas de SARS-CoV-2 ofrecen “poca o nula ventaja sobre las vacunas que ya existen”. En otras palabras, a la fecha, parece que no hay ningún beneficio (y por ende, ninguna razón – más allá del beneficio económico para las farmacéuticas y quienes resulten beneficiados por aplicarlas) para que se ofrezca (o se obligue) a la población a una nueva dosis de vacunas nuevas contra SARS-CoV-2. En el escrito citan cuatro estudios (aún no publicados bajo un proceso de revisión por pares) que dan cuenta de esto: https://www.biorxiv.org/content/10.1101/2022.02.03.479037v1?s=08; https://www.biorxiv.org/content/10.1101/2022.02.07.479419v1; https://www.biorxiv.org/content/10.1101/2022.01.31.478406v1; https://www.biorxiv.org/content/10.1101/2022.01.31.478520v1.

Sí, son estudios con animales no humanos, son pocos animales, pero ya comienza a verse la (falta de) utilidad de estos nuevos productos. En otras palabras, no hay nada que señale que darían un beneficio a quien los reciba, pero sí que incrementarían el riesgo de eventos adversos). Como ciertos tipos de comida: todas las calorías y nada de sabor. Siempre es necesario balancear el beneficio con el riesgo de un fármaco en el contexto del riesgo que representa esa enfermedad sin el fármaco en cuestión, y en el contexto del riesgo de infección. De acuerdo al Prof. Ioannidis, desde el año pasado hasta el 50% de la población mundial había sido expuesta al virus (https://www.who.int/bulletin/online_first/BLT.20.265892.pdf). Esto, ya lo saben, significa que un número nada ignorable de personas ya cuenta con protección inmune “natural” contra muchas diferentes partes del virus, lo que exige un serio cuestionamiento sobre la necesidad de seguir aplicando vacunas, refuerzos y nuevas vacunas.

Espero que esta información les sea de utilidad y les mando saludos, Karina AW