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#Muerte_repentina 101123 3/3 (Parte 2/3 en https://t.me/akasha | Akasha Comunidad

#Muerte_repentina 101123
3/3 (Parte 2/3 en https://t.me/akashacomunidad/2984)

La fibrilación ventricular no es la única causa de muerte súbita en personas sanas. Otro artículo, también reciente, mostró el caso de una joven de 14 años, quien dos días después de recibir la tercera dosis de la inyección de Pfizer murió a causa de una arritmia de origen atrial como parte de un síndrome multi inflamatorio (https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/36990036). Imperdonable. Una joven sana de 14 años, con cero - cero - comorbilidades simplemente murió. Lo que resulta muy curioso es cómo los científicos (no todos, por supuesto) también intentan subestimar, minimizar o francamente ignorar las muertes súbitas en personas sanas, jóvenes e inoculadas contra COVID. Por ejemplo, Joseph Finsterer se lo tomó muy a pecho, y escribió una opinión titulada "Antes de culpar a la vacunación [contra] SARS-CoV-2 de la muerte inesperada debido a miocarditis atrial, descarten otras patofisiologías alternativas" (https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC10159661). Sí, claro, siempre hay que descartar otras patologías. Es parte del proceso de elaboración de un diagnóstico. Es lo que debemos hacer; primero, armar una lista de los diagnósticos diferenciales y luego, ir descartando diagnósticos hasta quedarnos con el diagnóstico presuntivo. Yo lo sé, y eso que soy 'solo una veterinaria' [aviso importante para quienes aún no conocen mi sentido del humor: debe ser leído el enunciado previo con voz sarcástica]. Sin embargo, eso han hecho los autores de esos reportes de caso. Han descartado los diagnósticos presuntivos.

Lo que me impacta de la lógica de tantos que son como Joseph Finsterer (que, dicho sea de paso, parece haberla usado para denostar otros estudios que muestran la falta de seguridad de las inoculaciones genéticas anti-COVID, como: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC8288229, y https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC8613931) es que no parecen aplicarla para diagnosticar casos de COVID.

Digamos que Joseph Finsterer parece haber enarbolado el papel de hitman que gritará 'no, no es así' cada vez que se publica algo que le incomoda. Hmmm.... me recuerda a otros del otro lado del espectro, pero ese es otro tema. Supongo que no tiene nada que ver que trabaja para Klinik Landstrasse, en Austria, institución que recibe financiamiento de varias farmacéuticas incluyendo a Roche y a... Pfizer; por ejemplo: https://web.archive.org/web/20230213164004id_/https://watermark.silverchair.com/qcad009.pdf. No, pensándolo bien, creo que ese detalle no influye para nada [sí, también es sarcasmo].

Por favor dejemos de normalizar lo anormal. No es normal que mueran personas sanas sin que se accidenten, les caiga sobre la cabeza una tina de una estación espacial (No es invento mío, es de David Safier. Si pueden, lean su brillante libro Maldito Karma; reirán un ratote), bailen hasta que el corazón les reviente o se resbalen sobre una cáscara de plátano y se golpeen fuerte en la nuca. Una muerte repentina en alguien sano no se trata del efecto del cambio climático, el precio del gas, el estrés por el tráfico, intoxicación por monóxido de carbono sin que haya monóxido de carbono en el lugar o una variante misteriosa de dengue en alguien que no tiene síntoma alguno (todos estos se han usado como motivo por médicos que no aplicaron la lógica deductiva y el razonamiento inferencial).

¡Caramba. No sé cómo más decirlo! ¡No es normal morir porque sí! Caer muerto sin estar enfermo no es un castigo divino, no es lo que 'ya tocaba'. Lamentablemente, cuando ocurre, es la consecuencia lógica de haberse aplicado una o más dosis de un producto tóxico. Si seguimos actuando como animales de rastro, la consecuencia será, también, lógica para nosotros.

Espero que esta información sea de su utilidad. Y disculpen por ser un poco cruda, pero el tema lo amerita. ¡Basta, ya!

Karina AW