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4ta parte. Sobre la puesta en escena como método de la políti | Apuntes Librepensador

4ta parte.

Sobre la puesta en escena como método de la política occidental
Artículo de Serguey Lavrov, Ministro de Asuntos Exteriores de la Federación Rusa para el Centro de Información Izvestia - 18.07.2022

Cuando se detuvo la guerra en Donbass, como resultado de los esfuerzos de Rusia, Alemania y Francia, se celebraron los acuerdos de Minsk en febrero de 2015 entre Kiev, Donetsk y Luhansk, y Berlín y París también actuaron aquí, proclamándose orgullosamente sus garantes. Sin embargo, durante los siguientes siete largos años, no movieron un dedo para obligar a Kiev -como exigen explícitamente los acuerdos de Minsk, aprobados por unanimidad por el Consejo de Seguridad de la ONU- a entablar un diálogo directo con los representantes de Donbass para acordar su estatus especial, la amnistía, el restablecimiento de los vínculos económicos y la celebración de elecciones. Los líderes occidentales también guardaron silencio cuando Kiev -tanto bajo Poroshenko como bajo Zelensky- tomó medidas que contradecían directamente los acuerdos de Minsk. Además, los alemanes y los franceses afirmaron que el diálogo directo entre Kiev y la DNR y la LNR era imposible, y culparon a Rusia, a pesar de que Rusia nunca fue mencionada en los documentos de Minsk y que fue Rusia que había estado insistiendo esencialmente en su aplicación todos estos años.

Si alguien tenía alguna duda de que "Minsk" era un engaño más, la disipó Poroshenko, que dijo el 17 de junio de 2022: "Los acuerdos de Minsk no significaban nada para nosotros, no íbamos a aplicarlos... nuestra tarea era alejar la amenaza...". de la economía y fortalecer las Fuerzas Armadas de Ucrania. La tarea se cumplió. Los acuerdos de Minsk cumplieron su cometido". El precio de esta puesta en escena lo sigue pagando el pueblo ucraniano, que durante años ha sido obligado por Occidente a resignarse a vivir bajo la opresión de un régimen neonazi rusófobo. Y cuando O. Scholz exige ahora que se obligue a Rusia a aceptar un acuerdo sobre las garantías de la integridad territorial y la soberanía de Ucrania, lo intenta en vano. Ya existía un acuerdo de este tipo: los acuerdos de Minsk; los acabaron tanto Berlín como París al apoyar a Kiev, que se negó abiertamente a aplicarlos. Así que la puesta en escena ha terminado, finita la comedia.

Por cierto, Zelensky es un digno sucesor de Poroshenko, ante quien estaba dispuesto a arrodillarse teatralmente en un mitin electoral a principios de 2019 para poner fin a la guerra.

En diciembre de ese mismo año, él mismo tuvo la oportunidad de aplicar los acuerdos de Minsk: se celebró la cumbre de Normandía en París, donde en una declaración adoptada al más alto nivel se comprometió a resolver las cuestiones del estatus especial de Donbass. Por supuesto, no hizo nada, y Berlín y París volvieron a defenderlo. Otro documento pregonado resultó no ser más que una puesta en escena ucraniana-occidental -exactamente en línea con la lógica de Poroshenko- para ganar tiempo y abastecer de armas al régimen de Kiev.