“Para que una sociedad sea libre, es preciso que su gobierno esté controlado. En un sistema social adecuado, un ciudadano particular está en libertad de realizar toda acción que desee (siempre y cuando no viole los derechos de los demás), mientras que el funcionario público se halla restringido por la ley en todos y cada uno de sus actos oficiales. Un individuo particular podrá hacer todo lo que desee, excepto aquellos que está legalmente prohibido; un funcionario público no podrá hacer nada excepto aquello que le está legalmente permitido. Este es el modo de subordinar la “fuerza” al “derecho”. Este es el concepto estadounidense de “un gobierno de leyes y no de hombres”. El principio básico se halla indicado en la Declaración de Independencia que escribió Thomas Jefferson: “Para asegurar estos derechos, se instituyen los gobiernos entre los hombres, derivando sus justos poderes del consentimiento de los gobernados””. Ayn Rand
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