2021-11-24 17:50:07
Texto: Rafa Budo
Si el pueblo entendiese lo que está sucediendo, nadie solicitaría el pasaporte Covid, ni los vacunados, ni los que pasaron la enfermedad. Si entendiésemos el concepto de libertad, a todos nos uniría la sensatez y el respeto por luchar contra los que imponen de forma dictatorial normas carentes de sentido común que sólo pretenden dividir al rebaño.
Independientemente de que creas o no en la enfermedad, de que optes por vacunarte o no, seas de un partido o de ninguno, es rotundamente manifiesto que fueron ellos quienes mataron a nuestros abuelos, quienes censuran cualquier opinión que los cuestione, quienes roban nuestros derechos y quienes nos saquean y arruinan legalmente a base de impuestos. Si todo esto no te importa y sigues pensando en falsas estadísticas que no afectan a tu vida, es que tenemos lo que merecemos.
La Segunda Guerra Mundial nos ha enseñado cómo por la ciega obediencia y por acatar órdenes se construyeron cámaras de gas diseñadas por ingenieros, cómo las enfermeras mataron a bebés, cómo los médicos envenenaron a niños y cómo los soldados se mataban entre sí a sangre fría.
La obediencia irracional del ser humano ante cualquier “autoridad” jerárquica no es innata, es adoctrinada desde el sistema educativo y desde el ejemplo sumiso de la mayoría de padres.
“Yo sólo cumplo órdenes”. Es la frase que justifica y engaña la falsa consciencia. No importa que la orden contradiga nuestros principios naturales, ideológicos, religiosos o éticos, yo sólo soy un peón y la responsabilidad es de la mano que me maneja, no mía…
No es necesario estar en guerra para cumplir su objetivo. Una nómina, evitar enfrentamientos con los compañeros o no quedar señalados, es motivo suficiente para acatar cualquier cosa y “sobrevivir” manejado por hilos invisibles.
Las matemáticas, la lengua, la historia, la ciencia…. sólo servirán para algo si se aplican como métodos para que los niños aprendan a pensar por sí mismos y sobre todo a ser coherentes con sus actos. El problema es que eso sólo se transmite desde el ejemplo, no se enseña en ningún libro de texto…
Espero que este escrito os haga pensar que lo que está sucediendo no es fruto de la casualidad. Es muy difícil dirigir al precipicio a 40 millones de personas, pero gracias al miedo y la sumisión instaurada y desapercibida, irán todos de la mano y a ellos les bastará con empujarlos.
Todos mis post se pueden compartir. Sólo agradezco que pongáis mi firma en cualquier red donde lo hagáis. No es por protagonismo, es por dar por culo a los que me censuran.
Rafa Budo
1.7K viewsedited 14:50