2021-11-04 02:07:03
Pero Dios el Buen Samaritano, me recogió en el desierto y curó mis heridas, y con su amor me dio fuerzas para llegar hoy hasta este mar de Galilea, al ver sus cristalinas aguas, mi, alma exhaló un suspiró profundo, yo como el hijo prodigo, volvía a casa, a los amorosos brazos de mi Padre.
Solo puedo decirle: Gracias, gracias a Dios por darle el don de la predicación”. Elia.
“Gracias por esta experiencia de sanación me perdone de muchas cosas que me pasaron desde un intento de violación a los 12 años por un compadre de mis papas que nos cuidaban por motivos de trabajo de mis padres un hermano de 9 años me defendió con uñas y dientes nos fuimos de esa casa que estáva en el centro en California Estados Unidos caminamos más de 800 kilómetros cruzamos la frontera a Mexicali BC a los 13 años me dejaron a cargo de mis 4 hermanos más chicos en casa como pude con mi experiencia trate de que no siguieran malos pasos los castigaba y los golpeaba para que obedecían pero los abrazaba y les daba de besos al acostarnos a dormir y por la mañana igual así fui tratada no sabía de otra manera a los 19 años me casé no podía tener intimidad con mi esposo a causa de la experiencia vivida al tener a mis hijos seguí el mismo patrón hoy son hombres de bien sólo uno de ellos me a reclamado gracias al retiro antes de que terminará les pedí perdón y los invite a que lo escuchen muy agradecida con Gaby y usted padre Juan Díos los llene de bendiciones siempre”. Juana.
“Son muchos sentimientos ,encontrados , que voy a dicernir poco a poco,me siento con más paz y menos culpas, y con más paciencia para escuchar ,a los demás, muchas gracias , Dios los acompañe y los llene de bendiciones, gracias, gracias gracias. Amén”. Eva.
“Es maravilloso estar consciente de que Dios siempre estuvo a mi lado gracias por todas las enseñanzas sus oraciones que Dios les bendiga”. Gladys.
“Agradecida a Dios y al equipo Magdala en cabeza del Padre Juan María Solana y Gaby Jacoba, por haberme permitido realizar este segundo Taller Recorriendo la Tierra Santa de la mano de María Magdalena, fue una gran experiencia que me hizo despertar una parte de mi que estaba dormida y aún estoy reencontrandome espiritualmente para poder sanar todas las heridas que encontré en mi corazón y hacerlo extensivo a mis hijas, para no volver a lastimarlas. No puedo decir que concluí ya con este proceso aún me queda un camino por recorrer pero puedo estar segura que con estas herramientas que Dios y el equipo de Magdala nos dió a los peregrinos, puedo seguir Recorriendo el camino para salir curada y Dios ayúdame a que mis hijas sean sanadas también. Mis heridas son emocionales y tengo una carga en mis hombros muy grande por mas de 30 años, por eso hoy pido a Jesús que me ayude a sanar mis heridas, pues hay muchas secuelas y mucho dolor. Todo lo puedo en Cristo que me fortalece”. Análida.
¡Gracias a todos por habernos compartido sus experiencias para edificarnos!
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