La agenda de los medios de comunicación parece marcar la supresión de derechos fundamentales a través de la imposición de la vacunación obligatoria contra COVID-19 para poder vivir en libertad.
Se me ocurren tres supuestos que llevarían a una persona normal y neutral a apoyar, en contra de las recomendaciones de la OMS, la administración obligatoria de estos fármacos:
Personas vacunadas aterrorizadas por considerarse vulnerables a los efectos del contagio.
Personas vacunadas aterrorizadas por los posibles efectos adversos de los fármacos que se han administrado y que concluyen que la solidaridad consiste en que toda la población asuma los mismos riesgos.
Hosteleros que necesitan llevar el pan a casa y que creen no tener otra alternativa para hacerlo que aceptar la vulneración de los derechos fundamentales de los demás para poder ejercer los suyos.
Analizaremos todo esto, y mucho más, durante mi próxima intervención en LocActiva Radio.
¡Os espero!
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