Se han gastado miles de millones de dólares en Afganistán y se han enviado otros 300.000 millones de dólares a innumerables países en ayuda exterior sólo este año.
Los estadounidenses han sido abandonados y dejados morir de desesperación, mientras que los políticos de élite se sientan en sus mansiones de comunidades cerradas y se enriquecen.