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​​Ted Bundy Cuando nos acercamos al terreno de los asesinos | ♠️♥️ 𝕰𝖑 𝖇𝖆𝖚́𝖑 𝖉𝖊 𝖑𝖔𝖘 𝖉𝖆𝖙𝖔𝖘 ♣️♦️

​​Ted Bundy

Cuando nos acercamos al terreno de los asesinos en serie, es imposible pasar de largo cuando vemos el nombre de Ted Bundy en cualquier lista sobre ellos, pues marcó un antes y un después de cómo la gente suponía que se comportaban y miraban los psicópatas.
Si algo sorprendió de Bundy, fue su particular forma de ser, pues contó con una gran inteligencia, perspicacia e ingenio, siendo siempre un estudiante aplicado en la universidad, donde se matriculó tanto en Psicología como en Derecho.
Bundy estuvo involucrado en actividades comunitarias y se relacionó con figuras importantes del Partido Republicano de los Estados Unidos, siempre recibiendo buenas críticas por su capacidad intelectual y para desenvolverse.

Sin embargo, Bundy ocultaba una cara que nadie conocía, detrás de esas perspicacia y sonrisa encantadora, se encontraba un hombre atormentado por su pasado con su madre, y quien desarrollaba deseos sexuales cada vez más aberrantes.
Se especula que Ted comenzó a destapar ese lado suyo que había mantenido a raya tantos años tras una ruptura amorosa con Stephanie Brooks, una joven de quien se enamoró en 1967, una chica de familia acomodada, quien lo dejó por ser alguien inseguro y que no sería capaz de lograr algo en la vida.
Fue tanto su obsesión con ella, que tiempo después logró que ella se enamorara de él, para luego abandonarla sin decirle nada y casi todas sus víctimas, presentaban similitudes físicas a ella.

Se tiene conocimiento que Bundy comenzó sus primeros actos violentos en 1974, cuando el 4 de enero se coló en el cuarto de una joven universitaria de 18 años, golpeándola con una palanca metálica y después violarla. La chica logró sobrevivir, pero con daño cerebral permanente.
Ese año de 1974, una serie de desapariciones empezaron a ocurrir en Washington, siendo un total de 8 mujeres entre febrero y julio.

Se sabe que Bundy tenía dos maneras de actuar, una era atacar de noche, sin embargo, también era capaz de atacar durante el día, utilizando métodos de engaño, uno de ellos que se haría famoso, donde pedía ayuda a las jóvenes con un yeso falso en su brazo, haciéndolas ir hacia su coche para ayudarle con unos libros, cuando ellas entraban al coche, las golpeaba hasta dejarlas inconscientes y huir con ellas del lugar.

A pesar de las investigaciones por parte de la Policía local, las pocas pistas y el modus operandi del asesino, el cual, a pesar de ser descarado, parecía salirse con la suya.
Un mes más tarde, Bundy cometería un brutal asesinato más, ahora a una niña de tan sólo 12 años de edad, que raptó y que murió al ser abusada sexualmente.
Bundy fue capturado tiempo más tarde en Pensacola, Florida y tras varios juicios, así como apelaciones ante la pena de muerte, fue ejecutado el 24 de enero de 1989 cuando tenía 42 años de edad en la silla eléctrica.
Hasta el final de sus días Ted negó todos sus cargos, aunque se especula que fueron un total de 30 víctimas fatales.
Bundy fue un caso especial entre todos los asesinos, un psicópata por excelencia, capaz de camuflarse y con un gran intelecto.
Él no atacaba a prostitutas, quienes suelen ser más vulnerables por su estilo de vida más oculta, Ted engañaba a jóvenes universitarias, chicas con personalidad, dinero e intelecto por encima del promedio, chicas que no se dejarían engañar por cualquier palabra.