2022-08-31 14:36:28
EL BOMBERO EN MATANZAS
Cuando abrí el mensaje y vi su foto, no lo reconocí. Era su mismo rostro, serio, pero los dedos de su mano derecha formaban una "L". Mi primer impulso, para rellenar el silencio de algunos minutos que provocó la sorpresa, fue bromear. - "Te metistes a gusano !!" - escribí. Pero antes de enviarlo, me percaté de que el asunto era muy serio; tuve la impresión, de que "la cosa" era muy seria; y borré las palabras.
Mi amigo, estuvo en el incendio de Matanzas. Mi amigo, ya no es mi amigo; porque, según sus propias palabras: "yo, ya no soy el mismo; y no yo, sino, todos los que regresamos de aquel incendio, ninguno, volverá a ser el mismo". Según me confesó, tiene un tic nervioso, que no se le quita. - "Mi hermano, todos, todos los que salimos de allí, estamos traumatizados -reiteró- nos trataron peor que a perros. Cada vez que se dirigían a nosotros, nos gritaban, como a perros. No oían nuestras opiniones; no hacían caso, nos ofendían, como a perros. Las muertes pudieron evitarse; pero, nos tomaban, por perros.
"Luisito, las válvulas, llevaban años sin mantenimiento; la espuma, no servía; el agua, insuficiente ¿pipas de agua, para semejante incendio?... A capricho, Luisito, a capricho se quiso, apagar el incendio".
"Cuando llegaron los mexicanos, nos dijeron: ustedes son unos coj...udos; nosotros, siempre, antes de un incendio así, analizamos y después actuamos; ustedes, actuaron y después analizaron".
- Coj...udos, ni coj...udos -le escribí con rabia, sin tacto- aquello era un desastre político. Y ya sabes como tratan ellos, los asuntos políticos. Tú, sabes de los golpes, las torturas, del calvario de las Garrido.
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