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POR QUÉ NO VOTO… Hoy en día, la abstención política es la úni | El Investigador.org

POR QUÉ NO VOTO

Hoy en día, la abstención política es la única opción verdaderamente revolucionaria. No votar es un acto de desobediencia civil. Y el primer paso para fomentar un cambio político.

En primer lugar, no voto porque en España no hay democracia. Tan solo la ilusión de que somos un país democrático, que no es lo mismo.
¿De verdad el pueblo ejerce el poder a través de sus supuestos representantes políticos? No. Lo que en realidad tenemos es una “partidocracia”, un Estado controlado por los altos dirigentes de los partidos políticos, quienes a su vez representan los intereses de las oligarquías (corporaciones, bancos y otros lobbies internacionales) que mueven los hilos desde la sombra.

No es ninguna teoría de la conspiración. Es un hecho. Ni siquiera los propios diputados de cualquier partido político gozan de libertad para ejercer su propio voto en el parlamento. Todos ellos son designados a dedo por sus superiores. Y por tanto están obligados a obedecerles sumisamente. Se le llama “disciplina de partido”. En caso de no cumplirla, al político en cuestión le rebajan su estatus dentro del partido, llegando incluso a echarlo del mismo.

Esta forma de proceder no está al servicio del bien común de la sociedad, sino de los partidos políticos, que crean artificialmente división y separación entre el pueblo para sus propios fines partidistas. Nos dividen para vencernos. Y como resultado perdemos todos. Y no cada cuatro años: de forma permanente.

No voto porque el sistema político está completamente podrido. Es un reflejo de la ignorancia y la inconsciencia del ego humano. Y no quiero formar parte de él legitimándolo con mi voto. La corrupción es inherente a cualquier institución pública. Además, el dinero que nos roban a los contribuyentes cada año a través de los impuestos se malversa, despilfarra y se emplea para cuestiones sobre las cuales ninguno de nosotros tenemos ningún poder ni control al respecto.

La gestión que los políticos hacen de las arcas públicas es tan pésima que cada año aumenta la deuda que España ha contraído con los bancos centrales. Ningún político habla de ello pero el Estado está en bancarrota. Debemos mucho más de lo que producimos. De ahí que sigan subiendo impuestos. Es para denunciarlo, si no fuese porque también controlan la llamada “justicia”, Consejo General del poder judicial, fiscalía, Constitucional y Supremo…

No voto porque vivimos en un Estado totalitario y dictatorial en el que no hay separación de poderes (legislativo, ejecutivo y judicial), propiciando que las élites políticas gocen de un poder absoluto, el cual manejan como auténticos tiranos. En el nombre de la solidaridad y del estado del bienestar, los “gobernantes” están expoliando al pueblo con una presión fiscal que supera cualquier límite razonable.

Los analfabetos tertulianos de un prostituida televisión se dedican a linchar públicamente a quienes se niegan a pasar por el aro, tachándolos de antipatriotas, negacionistas o radicales. Y no es para menos. La finalidad de los medios de manipulación masivos no es informar, sino manipular a la población para cumplir con la agenda del poder dominante. La distopía orwelliana de ‘1984’ se ha hecho realidad.

En este sentido, considero que la abstención es la única opción revolucionaria. Hoy en día lo veo como un acto de desobediencia civil. Es una forma elegante, pacífica y respetuosa de decirle a nuestros “gobernantes” que se vayan a tomar por el culo. Votar en blanco implica reconocer y validar que estamos conformes con el proceso electoral y la partidocracia actual. Sin embargo, este país no necesita un voto útil, sino una reforma integral de los cimientos del corrupto sistema político. Hasta que no cambien de verdad las leyes que rigen este juego de poder, la ilusión de la democracia seguirá consistiendo en elegir entre mismos perros con diferentes collares. Manda huevos llamar a esto “soberanía popular”. Es un insulto para la inteligencia.

Sé que soy muy ingenuo y utópico, pero sería maravilloso que nadie votara.