Desde hace más de 30 años se añade fluoruro de sodio extremadamente tóxico en el agua en muchos países, excepto en unos pocos, bajo la mentira de que protege los dientes contra la caries. No existen estudios que demuestren que la ingestión diaria de esta peligrosa toxina tenga algún efecto sobre la caries, pero incluso en la pasta de dientes se advierte de que hay que llamar inmediatamente al servicio de emergencias si se ingiere. Los efectos de la ingestión de esta toxina han sido devastadores, y sin embargo no se está eliminando.
El Dr. Russell Blaylock MD
Neurocirujano certificado, afirma que la ingesta de fluoruro de sodio no sólo disminuye y daña el cerebro de todos los que lo ingieren, sino que también en las mujeres embarazadas disminuye permanentemente el coeficiente intelectual del niño por nacer.
Cada nueva generación se vuelve más senil que la anterior, creando así una sociedad cada vez más dependiente y dócil del Gobierno.
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