2021-11-18 23:00:27
U n C o r a z ó n de P e r d ó n °•○ °•○Pues tú, Señor, eres bueno y perdonador, abundante en
misericordia para con todos los
que te invocan.
SALMOS 86:5 LBLA °•○ °•○
Padre celestial, gracias por tu eterno amor, perdón y
misericordia. Envuelta en tus confortables brazos, ni
los pensamientos amargos ni la ansiedad pueden tenernos
cautivos. A veces luchamos contra tu abrazo; en lugar de
renunciar a nuestra ira y resentimiento, elegimos revolcarnos en nuestra amargura. Buscamos consuelo en la bien conocida carga de la impunidad y señalamos con engreídos dedos acusadores a aquellos que nos han hecho daño.
Tu Palabra dice que renunciemos a la ira y la malicia que tenemos contra nuestros enemigos.
Ofrecerles el
amor y perdón que tú nos diste nos liberará de la angustia
está tan dispuesta a traer. Esta lucha es una dura batalla que ganar.
Tú nos recuerdas con misericordia que hay que mirar a los que nos han perjudicado a través de tus ojos, los
mismos ojos con los que tú miraste nuestra propia pecaminosidad. Ellos luchan contra los defectos humanos
tanto como nosotros. Entonces reconocemos la verdad: la
oración y el perdón son la llave para abrir la prisión de
nuestros corazones enojados.
Tú, Señor, estás siempre listo para perdonar, amándonos con un amor eterno. Ayúdanos a seguir tu divino ejemplo. Llevemos cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo. Sí, Señor, que nuestros corazones perdonadores nos permitan descansar en el confort de tu abrazo una vez más. En el nombre de Jesús de Nazareth. Amén
Janet Ramsdell Rockey
https://t.me/estudiandolapalabra
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