2022-03-11 18:18:00
Recuerdan aquel 11 de marzo
Cuando nos rozó de cerca lo que se convertiría en nuestra peor pesadilla ; un terrible "bicho" que arrebató sueños, esperanzas, familias. Que nos llenó de tristeza y desesperación aún cuando nos enseñó el verdadero significado de
humanidad .
A años de la llegada del COVID-19 a Cuba, el
equipo Dopamina nos regala esta poesía
El mundo tembló de pronto
Noviembre, ya hace dos años
Un ambiente muy extraño
Peculiar, con aire corto.
No es nada, decía un tonto
Mientras se esparcía el hedor
Y todos alrededor
Parecían preocupados
Sin saber, que había llegado
Un verdadero terror.
Junto con el resplandor
De un año que iba naciendo
Poco a poco fue creciendo
La otra cara del horror.
Y el mundo, con su esplendor
Se estremecía en sus entrañas
Una partícula extraña
De aspecto desconocido
Sin aparente motivo
De la muerte se acompaña.
Iniciaron las campañas
También especulaciones
Miles de revelaciones
Con alguna que otra hazaña.
China, Japón, hasta España
Occidente, asia, todos
Desesperados sin modo
De entender lo que pasaba
Veían como chocaban
Con un monstruo sin apodos.
Inició, codo con codo
Y tela en boca la vida
Y parecía sin salida:
El monstruo seguía en su trono.
Nos sacó del acomodo
Nos quitaba el aire puro
Nos mataba con apuro
Como quien persigue algo
Y ya nadie estaba a salvo
De aquel dios de los oscuros.
Chocaban, muro tras muro
Mientras la muerte reía
La humanidad no sabía
Dónde se estaba seguro.
Si en la familia, en el puro
Beso del amor amante
Si en pulmón de sus infantes
Si en paredes se sus casas
Si en los amigos que abrazan
Si en los amigos distantes.
Miraron hacia adelante
Gritaron: Resistiré
El mundo giró sus pies
(Joder que bonito instante)
Pero la muerte incesante
No saciaba su deseo
Y seguía tomando reos
En continente aleatorio
Y en su museo de oprobios
Los gustaba de trofeo.
Un día, cualquiera, creo
Aparecían las luces
E iban chocando de bruces
Con alegre tintineo
Vacunas, que en zigzagueo
Nos daban una esperanza
Se frenaba la matanza
Se ganaba una batalla
Y la muerte cruel, canalla
Iba perdiendo confianza.
Se forjaban las alianzas
El mundo se hizo uno solo
Florecían los gladiolos
Y llegaba la añoranza.
Sentimientos, que hoy alcanzan
A bastar para sonrisa
Y el recuerdo en la ceniza
De aquellos que no veremos
Pero que siempre querremos
Mientras que exista la brisa.
Dos mil veintidós, avisa
Toca a mi puerta, comprendo
Que esto que estamos viviendo
Es la natura indecisa.
Madre, que nos hipnotiza
Mientras seguimos viviendo
Y que nos está diciendo
Que está mal, que está dolida
Pues la humanidad fallida
La ha venido destruyendo.
Y entre coronas ardiendo
De un virus como mensaje
Y una poesía que traje
Ya ahora me voy despidiendo.
Hagan como yo, que entiendo
De todo cuál es la meta
La enseñanza más concreta
Y la honra a los perdidos
Es que hayamos aprendido
A cuidar nuestro planeta.
Amanda Estrada Rodríguez
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