2021-07-21 09:28:46
(Este apunte va al final de este ensayo, pero lo anoto ahora)
Esa incompatibilidad entre arquitectura categorial (la estructura semántico-sintáctica que subyace al aparato lingüístico con el que describimos la realidad) y el mundo producido por la tecnología, esa inadecuación entre ambos mundos o realidades, queda patente, que no justificada, dado que no puede establecerse entre ambos hechos más que una mera correlación y nunca una causalidad, en esa tendencia a recuperar los actos comunicativos no lingüísticos como formas de expresión de juicios morales. Si estoy hablando del gruñido, exabrupto o arcada que aduce la filósofa bio-conservadora ante ideas como el diseño genético de nuestra progenie. De pronto la reacción visceral es entendida como razonamiento moral, quizá el primero de todos los juicios morales, y por eso el más difícil de rebatir. ¿Porque cómo argumentas que algo que me produce asco no me lo produzca? No puedes. La tecnología se ha convertido en una herramienta tan poderosa que no sólo no necesita la descripción del lenguaje, que nos excluye como hablantes –algo que aparece el Adorno, en Illich o en mi propio
Mundo hecho y que nos condena a la incertidumbre, como mínimo, ya que sin comprensión no es posible su superación, como afirmaba Jaspers– al ser operada más allá de nuestra propia arquitectura categorial, aquella definición del alemán de la lógica, «es filosofía operada por robots», que sólo puede ser contestada con el grito no-argumentado, por la sinrazón de las tripas.
Esto se refleja con cierta gracia, al fin y al cabo es un libro de humor, en
One Billion Years to the End of the World de los hermanos Strugatsky, novela que explora la incapacidad del lenguaje y por tanto de la razón de explicar fenómenos tecnológicos producidos por una aparente supercivilización. Los protagonistas, todas eminencias en disciplinas científicas y técnicas, buscan una explicación a un fenómeno que les impide desarrollar su trabajo y el único recurso posible es refugiarse en lo sobrehumano, sea esto una civilización extraterrestre o un fenómeno sobrenatural. Ante semejante escenario deciden conformarse con la incertidumbre del desconocimiento, puesto que reconocen que no pueden explicar fenómenos irracionales a partir de categorías racionales. Más o menos como nos encontramos nosotros ahora, pero sin chiste.
123 viewsLuis Montero, 06:28