2021-11-23 01:26:14
#Evidencias_seguridad1 221121
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Estimados miembros de Akasha Comunidad:
Comparto con ustedes una noticia que puede serles de utilidad como evidencia a quienes están intentando construir un archivo de evidencias que pueda servir de material como parte de un proceso legal para defender su derecho a elegir sobre su propio cuerpo.
En esta ocasión, es la misma Farmacéutica Moderna la que ha publicado recomendaciones en relación a la seguridad de su producto biológico contra SARS-CoV-2 (vacuna COVID-19, basada en ARNm). Hay varias admisiones importantes en sus recomendaciones:
1) La empresa indica que “no se debe administrar la vacuna Moderna COVID-19 a individuos que tengan historia de reacciones severas (anafilaxia) a algún componente de la vacuna. Moderna también indica que debe de estar inmediatamente disponible el tratamiento médico apropiado para lidiar con reacciones anafilácticas agudas luego de la administración de su vacuna. Esto lo han dicho muchos médicos y científicos, al menos desde hace un año, cuando comenzaron a verse reacciones anafilácticas a la vacunación. La vacuna de Moderna contiene, al menos, Polisorbato 80, un detergente no iónico que solubiliza proteínas, que inhibe las bombas de reflujo de la barrera hematoencefálica por lo que ayuda a que un compuesto pueda llegar al cerebro. Se sabe que puede generar reacciones anafilactogénicas. Si quieren evidencia científica de esto, les sugiero que lean la revisión escrita por Baneriji et al. 2020 JACIIP (https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S2213219820314112)
2) Indican además que los reportes de eventos adversos post-recepción de la vacuna COVID-19 de Moderna, sugieren un incremento en el riesgo de miocarditis y pericarditis luego de recibir su vacuna, en particular (7 días) después de la segunda dosis. Por eso, la decisión de recibir/recomenar la vacuna en individuos con historia de miocarditis y pericarditis debe de tomar en cuenta esas circunstancias de historial médico. Lo interesante (y absurdo) de esta noticia es que los casos de miocarditis y pericarditis no están ocurriendo solamente en personas con historial clínico y médico de esas dolencias, sino en gente joven y sana. Pero al menos indica que han reconocido lo que se ha dicho desde hace meses: el número de reportes de efectos adversos (no solamente de miocarditis y miopericarditis, sino de otras enfermedades causadas por trombosis y microtrombosis venosas, así como alteraciones neurológicas e inflamatorias sistémicas) no tiene precedente.
3) También indican que las personas con problemas inmunes (inmunosupresión, incluyendo los que toman cortiocosteroides y otros fármacos, como quimioterapia, que disminuyen la respuesta inmune celular) podrán tener respuestas disminuidas a la vacuna (en otras palabras, que no les funcionará). Y agregan una admisión importante: “la vacuna COVID-19 de Moderna podría no proteger a todos los que la reciben”.
4) Explican que las reacciones adversas que se registraron durante el ensayo clínico de las vacunas COVID-19 de Moderna incluyeron reacciones locales como dolor, enrojecimiento, y aumento de tamaño en el sitio de inoculación, fiebre, cansancio, dolor de cabeza, dolor muscular y articular, escalofríos, náusea, vómito, inflamación y dolor de nódulos linfáticos axilares. Luego indican que durante la administración “masiva” de la vacuna (ya no como parte de los ensayos clínicos) se han reportado las siguientes reacciones adversas: reacciones alérgicas severas incluyendo anafilaxia; miocarditis y pericarditis. Indican en el documento que pueden volverse aparentes más reacciones adversas, algunas serias, con el uso masivo de la vacuna COVID-19 de Moderna.
(Continúa en 2/2)
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