2022-06-05 19:19:35
MENSAJE DEL SANTO CULTO DEL DOMINGO 05 DE JUNIO
¿EN QUIÉN ESTÁN SUS FUERZAS?
“Bienaventurado el hombre que tiene en Ti sus fuerzas…” Salmos 84:5
Bienaventurado significa feliz, cuando uno tiene sus fuerzas en Dios y no depende de la fuerza de su propio brazo vive feliz porque confía en el Altísimo. Cuando no es así, la persona se desespera porque no sabe lo que va a pasar. Quien depende de Dios y está en Sus manos, como lo hacía Abraham, es feliz, dichoso, ¡las fuerzas de Abraham estaban en Dios!
Puede venir un gran problema, pero quien tiene las fuerzas en Dios no pierde la felicidad. Muchos no son felices porque dependen de los hombres.
Tener las fuerzas en Dios significa depender de Su dirección y de Su poder.
“… en cuyo corazón están Tus caminos…” Salmos 84:5
Los caminos de Dios son rectos, planos, no hay odio, no hay resentimientos. Por eso, si en su corazón están Sus caminos, su corazón está limpio, puro, y usted es una persona feliz.
“Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios” (Mateo 5:8). Los que no tienen el corazón limpio no pueden ver a Dios. Cuando usted guarda en su corazón algo en contra de una persona, el que sufre es usted. Es como tomar veneno esperando que el otro muera.
No vale la pena ensuciar su corazón. Si usted toma veneno esperando que otro muera está poniendo en riesgo su Salvación.
“Atravesando el valle de lágrimas lo cambian en fuente, cuando la lluvia llena los estanques…” Salmos 84:6
Usted puede estar atravesando una situación difícil, pero, porque confía en Dios, su corazón está limpio y esa situación va a cambiar. Si usted tiene una alianza con Dios, transforma el valle de lágrimas en bendición. Y el motivo de lágrimas se transforma en un manantial de vida, porque sus fuerzas están en el Altísimo y su corazón está limpio. No le debe nada a nadie, y “quien no debe no teme”. La persona es de Dios no solo por venir a la iglesia, sino por obedecer a Su Palabra y seguir la dirección del Espíritu Santo.
“Irán de poder en poder; verán a Dios en Sion”. Salmos 84:7
A veces las personas se olvidan de confiar en Dios. Hay que confiar, no podemos hacer todo, no podemos controlarlo todo. Nosotros somos humanos, pero Él es Omnipresente, Omnisciente y Omnipotente, Él puede estar en todos lados y hacer todo lo que usted y yo no podemos.
Abraham renunció a todo, a su casa, a su tierra, a su familia, incluso a su sobrino preferido que, al separarse de él, eligió con los ojos humanos y fue hacia donde vio que había vegetación. Su sobrino lo perdió todo, pero Abraham, que confiaba solamente en Dios, siguió siendo bendecido, porque no dependía de lo que veía, sino de Él. Cuando usted está en el Altar está a la sombra del Omnipotente.
“El que habita al abrigo del Altísimo morará a la sombra del Omnipotente” (Salmos 91:1).
¿Usted ha colocado su confianza en Dios o en alguna otra persona o cosa?
Si no coloca su confianza en Él, usted no será feliz. Solo es feliz quien coloca en Él sus fuerzas y le entrega su vida para que Él esté en el control. Dios lo lleva en Sus brazos y usted es dichoso, feliz, no come pan de dolor sino de alegría. Pero, si usa la fuerza de su brazo y algo sale mal, la persona se enoja y se desespera.
Siempre que vaya a hacer algo arrodíllese y pídale a Dios una idea, Su dirección. Pregúntele: “Señor, ¿qué quieres que haga? ¿Cómo quieres que lo haga?” Y haga lo que Él le diga.
Haga que su vida dependa del Espíritu Santo y será feliz y dormirá en paz, porque no estará usando su sabiduría, ¡sino la que viene de lo Alto!
Piense en eso.
Dios le bendiga.
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