2022-07-02 20:07:41
EL EGO
El ego es nuestro esqueleto psicológico, nuestra manera particular más habitual de pensar, sentir y hacer en el mundo.
En sí mismo no es bueno ni malo, solo que no es conveniente dejarse arrastrar por sus mandatos. Cuando nos movemos en automático, somos poseídos por la parte más oscura del ego o personalidad; en este caso el motor es el MIEDO.
Cuando tomamos consciencia de ese miedo, el mismo ya no nos gobierna, es el centro de nuestro ser el que guía la existencia movido por el AMOR.
El ego o personalidad sin la asistencia del espíritu adora la COMPLEJIDAD, el SUFRIMIENTO y la ARTIFICIALIDAD. Cuando la luz del espíritu ilumina el ego, lo que aparece es el juego, el fluir, el arte y el descanso.
El ego se defiende exageradamente, es adicto al conflicto, aparenta constantemente en presencia de los demás, rinde culto al sacrificio, se compara con otros egos (se pone por encima o por debajo), finge dudar demasiado para no tomar riesgos, sobreanaliza, evita el dolor natural que viene con la vida o se regodea en el sufrimiento, odia, es insaciable, vengativo, se victimiza, ve la oscuridad en todos menos en sí mismo, idealiza el pasado y el futuro, se siente determinado a repetir una mala situación de por vida, ahorra compulsivamente por miedo a no tener en el futuro o despilfarra excesivamente por miedo a no gozar de un futuro… y algunos etcéteras más.
El ego puede aparecer también en forma de EGO ESPIRITUAL, aparentando la iluminación o la trascendencia completa de emociones humanas como el miedo, el enojo o la tristeza.
Una vez que conocemos las artimañas más básicas del ego, puede que este nos envíe una última trampa: la convicción de que “vamos a estar en paz en el momento en que nos deshagamos completamente del ego”, cuando por hacer nuestra tarea correctamente, dejemos de reencarnar y así no vengamos más a este mundo dual de horror y padecimiento.
Si viéramos profundamente esto, nos daríamos cuenta de que solo el ego quiere destruirse a sí mismo para mantenerse preocupado y angustiado como consecuencia de este cometido imposible.
Si realmente escucháramos al Ser, lo sabríamos. El ego es RESISTENCIA y POTENCIACIÓN de aquello a lo que se resiste.
Algo verdaderamente posible es no confundir un vehículo de expresión con la auténtica identidad del conductor. Esto sí que es factible. Utilizar el EGO como una HERRAMIENTA para la revelación del SER.
Estamos acá para EXPERIMENTAR y VIVIR movidos por el MISTERIO que anida en nuestros corazones. Se trata de que nuestra esencia florezca a través de la personalidad, no de hacer desaparecer al personaje que nos tocó jugar.
- Ignacio Asención
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