La iniciativa de reforma a la Guardia Nacional enviada por el presidente Andrés Manuel López Obrador pretende una ‘fórmula equilibrada’ en la que dicha corporación de seguridad pública continúe como un cuerpo civil pese a incorporarse a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).
En la propuesta del mandatario se establece que las Fuerzas Armadas se queden con el control operativo y administrativo de la Guardia Nacional; sin embargo, la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) mantendría sus atribuciones para la creación de las estrategias nacionales de seguridad y la coordinación del gabinete federal para este sector.
López Obrador asegura que el motivo de su proyecto no es militarizar al país, sino cuidar a la que será la principal institución de seguridad pública.
