Aunque el Foro Económico Mundial de Klaus Schwab carece de legitimidad democrática, todavía recibe apoyo financiero de los contribuyentes de todo el mundo: los gobiernos occidentales financian con entusiasmo el WEF incluso cuando el estado está realmente muy endeudado. Esto no sólo ha causado fuertes críticas en Canadá , sino que también hay resistencia en los Estados Unidos.
Un pequeño grupo de republicanos ha presentado ahora un proyecto de ley que prohibiría que el dinero de los contribuyentes financie el WEF.
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