2021-09-08 19:13:03
– Archivo parapsicológico –
Relato forense.
Esta historia entre curiosa y extraña comienza de la siguiente manera, era la primera vez que el grupo de internos nos llevaban a la base del hospital, al "corredor de la muerte" como suelen decirle, es decir la morgue y el cuarto de las necropsias.
El médico legista nos recibió con la siguiente pregunta:
—¿Sí saben que cuando llegan los cadáveres a la morgue, los depositan con la ropa con la que fallecieron y es deber del perito desvestir lo para iniciar la necropsia? Bien, pues aunado a ello, los difuntos también llegan con la expresión corporal y facial de ese último instante; tranquilidad, frustración, miedo, enojo, tristeza, incluso con lágrimas.
El otro perito procedió a explicar debido a todos esos años de experiencia que ha tenido que combinar sus creencias con su labor, afín de proseguir con la investigación científica y determinar los hechos acaecidos.
— ... Y tal es el caso, hace casi una década que ocurrió, dónde luego de varias averiguaciones, se pudo dar con la fosa de una profesora de primaria que había sido secuestrada, amarrada, asesinada y sepultada en un paraje lejano luego de tres semanas de estar desaparecida. Cuando la exhumaron se encontraba con el uniforme de su escuela, esquinada en posición fetal, su rostro reflejaba profunda tristeza.
— La ropa debe conservarse íntegra para su posterior análisis, y dada la rigidez cadavérica esto nos resultó imposible dada la posición en la que se encontraba, y que normalmente cualquier galeno daria una solución técnica o bien irse a lo practico, cortar en algunos puntos y ya.
Debido a que fue educado por su abuela el perito a cargo se le ocurrió una idea para sorpresa de todos los presentes ese día.
Se acercó al cadáver y comenzó a hablarle, mientras con suavidad y gentileza, su intento de desvestirle.
— Amiga, tu familia ya te encontró... Ya no vas a estar allá solita... Mira que nunca dejaron de buscarte... ayúdame a ayudarte para que terminemos rápido, tu familia está esperando para velarte y así puedas ir a descansar en paz.
Mientras decía esas palabras, poco a poco y con asombro notamos que aquel cadáver de tres semanas dócilmente se dejó conducir, dejándola en posición boca arriba, ya completamente desnuda pero como si estuviera acostada, dormida. Su rostro ya era otro, por increíble que parezca lucia tranquila.
— Ahí entendí que por más escabrosa que se considere la profesión de un forense, al tener que convivir todos los días con la muerte, no debe perderse nunca la sensibilidad, afabilidad y buen trato con las personas que llegan ya que estás ante un padre, una madre, hijo, hija, esposo, sobrina, nieta, etcétera y deben ser tratados con dignidad y respeto — remato el perito.
Es cuando recordé lo que había leído antes de un viejo libro, herencia de mi abuelo, dónde se formulaba la teoría acerca de si los cuerpos eran capaces de almacenar emociones aún después de fenecer, considero que con la explicación que nos dieron, esto quedaría de manifiesto que es bastante posible.
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@Moscuros
122 viewsPensador critico, 16:13
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