El enemigo primero oprime a las minorías y luego utiliza al oprimido y todo su resentimiento para implementar sus agendas, siempre llevando al mundo de un extremo al otro, de derecha a izquierda, del conservadurismo religioso al libertinaje ateo, creando este constante desequilibrio que lleva al
conflicto social permanente, conflicto del que ellos se aprovechan.
Y al reflexionar sobre estas cuestiones, sin fanatismos ideológicos ni religiosos, comencé a darme cuenta de lo importante que es encontrar
ENTRE TODOS la forma de poder vivir en equilibrio y armonía nuevamente, crear
un nuevo acuerdo social de convivencia sana y organizada, que nos fortalezca en vez de debilitarnos.
Creo que este es el camino que hay que emprender para liberarnos de una vez por todas de este bucle conflictivo creado por el enemigo.
Una vez vencidas nuestras diferencias podemos enfrentar y vencer a los que tanto daño y sufrimiento han causado, pero...contra el enemigo que tenemos en común,
no debemos tener piedad.
Saludos!
