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ACEPTAR Y AVALAR LA APUESTA CLARA POR LA FILIAL CEX como eje d | Noticias de Correos

ACEPTAR Y AVALAR LA APUESTA CLARA POR LA FILIAL CEX como eje del Grupo Correos: son los directivos de aquella los que dirigen la matriz Correos y esquilman su actividad para “engorde” de la filial, buscando, probablemente, su posterior privatización.
ACEPTAR Y AVALAR EL DETERIORO DE LAS CONDICIONES DE TRABAJO SIN PRECEDENTES: con un cambio de modelo en oficinas, CTA y en CARTERÍA, realizado para facilitar el trasvase de actividad, y que conlleva la polivalencia, precarización y flexibilización de las condiciones de trabajo como contrapartidas.

Pero la firma o aval de ese documento “muñido” por “paracaidistas” ajenos a Correos, también conlleva el dar un cheque en blanco a las intenciones que ahora no se quieren contar, pero que aparecerán a corto y medio plazo, dejando las manos libres a Serrano para llevar a cabo lo que en estos dos años no han conseguido: los tres días a la semana de reparto del SPU y sacar la paquetería del SPU -ahora hasta 20kg-, lo que dejará la financiación del SPU en menos de 40-60 millones de €; abrir a otros operadores la prestación del servicio público postal (Correos es preferente hasta 2025); seguir vendiendo/regalando el patrimonio de Correos (optimizar dice el documento); seguir vaciando Correos en favor de CEX (“…integración de centros y el traspaso de mercancía entre Correos y Correos Express”, recoge el documento). Es decir, el modelo alemán: una matriz Correos pequeña, con decenas de miles de trabajadores/as menos, y una filial y/o filiales en aumento, con precarias condiciones laborales, para ajustar costes y arreglar la cuenta de resultados del Grupo Correos. Sinceramente, ¡para este viaje no hacían falta tantas alforjas!: sentarse durante  7 meses para concluir lo mismo que ya se había remitido en el documento de 2019 y se viene ejecutando implacablemente desde hace dos años, un plan de desmantelamiento en toda regla. puede calificarse de todo (teatro, escenificación, pantomima), pero, de ningún modo, de negociación rigurosa. Parecería una broma si el asunto (futuro del Correo Público) no fuera tan serio.
¿Y cuáles son las contrapartidas? El documento las recoge  con  claridad: “Los firmantes son conocedores de la magnitud de los cambios (…). Sus implicaciones, como se ha señalado en la presente declaración, son económicas y financieras, pero también laborales”, (…) con las contrapartidas e intercambios sociales y laborales deben ser abordados en los instrumentos pertinentes (Convenio Colectivo y Marco de Relaciones Laborales y Acuerdo General)”. Traducimos: se da cobertura y relato a la aplicación de las jornadas partidas; a la ruptura del modelo de cartería con “carteros/as para todo”, la del modelo de oficinas (no postales sino de atención ciudadana), con ATC de comerciales sin cobrar y trabajando para CEX) y la del modelo logístico (CTA cada vez con menos actividad que se va para CEX); a la masificación de contratos a tiempo parcial; al enquistamiento de las bolsas de empleo que no van a poder rotar (un recorte del 60% de la contratación); a la asignación de Jefaturas intermedias  por algoritmo; a  cada  vez menos vacantes en el Concurso de Traslados; a la supresión de centros y a la generalización de la movilidad funcional y, a futuro, geográfica.
CCOO y UGT no van a formar parte del enterramiento del Correo Público de nuestro país y la precarización de los derechos laborales en ningún caso, y menos a cambio de unas migajas (un supuesto salario variable, solo para quienes la dirección quiera, y alguna jubilación parcial, cuestiones para las que no hace falta Convenio/Acuerdo). Va a ser difícil explicar a los trabajadores/as esta firma (si es que alguien avala el documento, claro). No va a ser el caso de CCOO y UGT, porque no vamos a poner nuestras siglas en el certificado de defunción de Correos después de más de 300 años de existencia. Allá cada cual con sus decisiones y lo  que  tenga  que  explicar a  los trabajadores/as.