2023-04-09 10:28:55
"¿A quién nos enfrentamos?
Hay muchas maneras de responder a esta pregunta, pero la respuesta más acertada es una sola palabra: el mal. Nos enfrentamos al mal.
No importa realmente qué forma adopte, o qué marioneta útil se utilice para su propósito; la esencia del mal, el espíritu del mal es siempre el mismo: destruir todo lo que es sagrado, todo lo que es orgánico, todo lo que es humano, todo lo que es Dios.
Combatir el mal es una empresa sumamente compleja, por la sencilla razón de que, por definición, el mal nunca se enfrentará de forma justa o íntegra. No es una guerra entre dos adversarios honorables, es una guerra entre la empatía y la psicopatía, entre la virtud y la inmoralidad, entre la ética y la corrupción, entre la verdad y el engaño, entre la rectitud y la depravación.
Es una guerra que se libra en diferentes planos, en diferentes campos y diferentes niveles de conciencia.
Comprender la naturaleza de la batalla es crucial si queremos la victoria. No podemos ganar enfrentándonos al enemigo en su terreno, o utilizando las mismas tácticas y armas, pues en el proceso nos habríamos unido a sus filas.
En un universo marcado por su naturaleza binaria, debemos convertirnos en el polo opuesto de aquello que intentamos derrotar.
Es una batalla que se gana tomando el terreno más elevado, elevándose, situándose por encima, no comprometiéndose, no aceptando y no reconociendo.
En la Matrix perdemos, con sus armas perdemos, con sus tácticas perdemos, pero en el universo de Dios y en su ejemplo ganamos.
En nuestra realidad orgánica ganamos, permaneciendo en honor e integridad ganamos, eligiendo la rectitud ganamos, teniendo fe ganamos, caminando juntos ganamos, conectando dentro y fuera ganamos, con la verdad ganamos, comprendiendo nuestro poder ganamos, rompiendo la ilusión ganamos...
Es una batalla de poder contra fuerza.
Nosotros tenemos el poder real, el poder divino y eterno con el que se creó el universo. El otro bando no lo tiene, necesita usar la fuerza, el engaño, los trucos, el control mental, las drogas, la IA, la tecnología, la coacción, el engaño y una incesante campaña de miedo ilusorio para quitarnos poder.
"Poner la otra mejilla" no significa rendirse o consentir, sino no aceptar sus condiciones. Se trata de elevarse a un plano diferente, se trata de mostrar que el poder está dentro y no puede ser usurpado, se trata de no caer en la provocación, en el engaño y la toxicidad, se trata de mostrar que estás por encima de ellos, virgen, sin adulterar, basado en tu esencia, impulsado por lo divino, fiel a tu naturaleza, libre del control mental y fuera de la Matrix.
Ahora sabemos a quién nos enfrentamos y así ganamos revelándonos como fuimos creados para ser; a su imagen, ¿recuerdas?
Y no te preocupes, existe la justicia universal, y por fin está llegando..."
Texto original en inglés
Laura Aboli
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