2022-02-05 05:53:49
Pedro Castillo y Jair Bolsonaro tuvieron encuentro en Brasil (1)Comentario de
Israel René Lira, Centro de Estudios Crisolistas
Este jueves el Presidente del Perú, Pedro Castillo y el de Brasil Jair Bolsonaro, se reunieron en Porto Velho (Amazonia brasileña, estado de Rondonia) en un más que afectuoso encuentro.
El motivo de la reunión tenía un objetivo ciertamente pragmático, en ello, el de fortalecer la cooperación bilateral entre Perú y Brasil, acordando estrechar las relaciones en todos los ámbitos y de reforzar la alianza estratégica entre ambas naciones, como se puede apreciar en los 36 puntos de la Declaración Conjunta entre ambos mandatarios.
El encuentro terminó en una paradójica e icónica foto en donde el mandatorio brasileño se puso el sombrero chotano característico de la imagen pública del mandatario peruano, con un fraterno abrazo y saludos a la cámara. Paradójico, porque tanto para seguidores y opositores, son las posturas más extremas dentro de la izquierda y la derecha latinoamericana en estos momentos, con el punto en común que tienen en el populismo a su praxis electoral y manejo político. Puesto que es en el populismo en donde los extremos se encuentran al abarcar un espacio pragmático y geopolítico, así lo paradójico se torna en sentido común y se muestra un espasmo, por más breve, espurio o subrepticio que sea, de cómo en las actuales tendencias políticas en Latinoamericana podemos encontrar reminiscencias a la tesis de
Alexander Dugin sobre el populismo integral:
«El populismo está en el espacio ideológico donde se encuentran la lucha obrera contra los capitalistas, olvidada por la izquierda liberal y la defensa y la lucha por los valores tradicionales, olvidada por la derecha liberal. (...)» (Dugin, 14.12.2019).
En la foto que ambos mandatarios se tomaron juntos, es fácil saber que imagen representa (o pretende representar) cada uno de ellos, haciendo un paralelo con la tesis duginiana. Por un lado, al menos en el plano discursivo gubernamental y en la narrativa pública de los actuales gobiernos, Pedro Castillo se presenta a si mismo del lado de la lucha obrera contra los capitalistas, y Bolsonaro del lado de la defensa y la lucha por los valores tradicionales. Jocosamente, pero con la seriedad del caso, diremos que, si las figuras de Castillo y Bolsonaro se fusionaran en una quimera humana, daría a lugar la imagen vivida de lo que el latinoamericano desea realmente en política y economía, crecimiento y desarrollo económico y cultural con justicia social:
«…que detrás de la lucha de la reacción populista se esconde una ideología del populismo integral que une la justicia social y la defensa de los valores tradicionales» (Dugin, 14.12.2019).
Dejando la quimera de lado, Bolsonaro habrá explotado la idea de la defensa de los valores tradicionales, pero ha abandonado totalmente la justicia social, iniciando sendas privatizaciones en Brasil, propio de su visión ultra neoliberal conservadora. Mientras que, por el lado de Castillo, que también comparte con Bolsonaro la defensa de los valores tradicionales, habrá explotado la idea de la justicia social y de la defensa de los derechos de los trabajadores, pero esta sufriendo los estragos de una falta de preparación en dirección gubernamental, de la mano de un Congreso de mayoría derechista, que no le permite viabilizar sus aspiraciones gubernamentales de una forma efectiva (a veces con justicia y otras por mero reaccionarismo), afectando con cada error en materia de gestión pública y en sus declaraciones de gobierno, la estabilidad monetaria y la estabilidad política del país. La fortaleza macroeconómica del Perú le permite a Castillo aún estar a tiempo de corregir sus errores en dirección política, esperemos que esto suceda en lo que va del presente año por el bien del país.
@nuestraamerica #Peru #Brasil
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