Día 76 Un principio para la paz Si te has visto lloriqueando igual que tus hijos, tienes un verdadero problema, amiga mía.
Es fácil caer en el hábito de la queja. Estoy muy agradecida con la mujer que me enseñó este “principio para la paz”: “La
esposa y madre debe ser el termostato de la casa, no el termómetro”. Te guste
o no, tú eres quien define y mantiene la atmósfera bajo tu techo.
Si tus emociones fluctúan, tu familia lo percibe. Tú puedes ser una bendición para tu esposo y tus hijos manteniendo un hogar en paz. Pide a Dios que su gracia
gobierne tu corazón y tu mente, y verás cambios muy positivos.
Juan 14:27 se vería muy bien en un cuadro para decorar tu casa: “La paz les dejo; mi paz les doy”.
Señor, hoy cambio mi queja por tu gozo puro. ¡Eso es lo que quiero! Dame una paz constante para que mi familia encuentre en la casa un refugio de paz, seguridad y amor.#SerieDevocional
#UnaMadreConformeAlCorazonDeDios
@oracion24h
