Día 87 Un verdadero líder Si te consideras una líder y nadie te sigue, piénsalo de nuevo. Si has de ejercer influencia sobre alguien más, si has de transmitir sabiduría de
Dios a todos los que estén dispuestos a escuchar, tienes que adoptar la disciplina como parte esencial e indispensable de tu crecimiento.
No puedes guiar a otros, a tus hijos, a tu familia, a tus amigos, por el camino de la
justicia si tú misma no lo has recorrido.
Se requiere autocontrol antes de que tu vida sea un ejemplo que otros puedan seguir. Proverbios 8:1 dice: “¿Acaso no está llamando la sabiduría? ¿No está elevando su voz la inteligencia?”. Con autodisciplina como principio directivo, podrás clamar y elevar tu voz. Y otros que son testigos oirán. Aprenderán de ti, una verdadera líder. ¡Y glorificarán a Dios contigo!
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