"... muchos perderán la fe en estos momentos, aún de algunos de vosotros que pensáis que estáis dentro del Rebaño y Resto fiel. Muchos abandonarán la fe por falta de fortaleza y de fidelidad, muchos abandonarán la fe en las altas montañas y en los valles de este mundo, que será donde deberán de andar todos mis hijos por la persecución. Nada temáis, pequeños míos, porque muchos serán mártires en esta hora, muchas almas morirán, morirá el cuerpo, pero no morirá el alma de Mis fieles devotos, de los verdaderos hijos de vuestro Señor y Salvador. Es necesario que la sangre lave la Iglesia. Es necesario que haya muchos mártires en esta hora, a fin de que está tierra sea purificada y se puedan establecer los Cielos nuevos y Tierra nueva." (Anima in Pectore Dei)
