“No hay que ser Judío para ser Sionista", nos lo cuenta Joe Biden.
En la próxima entrega de
HIJOS DE SIÓN (CAPÍTULO V) seguiremos profundizando en las
extensas raíces de este infame árbol, que precede a los
Rothschild y los Rockefeler.
Antes de que las
finanzas internacionales fueran
ocultadas bajo metacorporaciones como
Vanguard, el sionismo ya llevaba siglos controlando absolutamente todo:
las revoluciones, las finanzas y la Corona. A comienzos del siglo XX, Rockefeler se hace con el control de los principios activos medicinales para fundar la medicina contemporánea.
El
conocimiento médico ancestral basado en remedios naturales (principios activos) y medicina holística (observación del paciente)
es sustituido por paradigmas sionistas al tiempo que
la formación académica, médica y científica pasa a estar
bajo el control de familias con larga extirpe eugenista (realmente disgenista), vinculadas a la
masonería internacional.
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