2021-12-28 21:48:40
Tres años y medio después de la moción de censura a Mariano Rajoy, el gobierno aprueba la reforma laboral. Probablemente la reforma más iconificada de la historia, por la que merecía la pena tragar con carros y carretas, y que al final ha resultado ser un bluf de muy señor mío. Y es que, atendiendo a su contenido, la elección del día para el enésimo decretazo del gobierno, no puede ser casualidad. 28 de diciembre, día de los inocentes.
Yolanda Díaz habla del fin de la precariedad mientras los jóvenes que cobran de media 13.303 euros anuales se miran extrañados. Garamendi, por su parte, dice que al texto acordado con la patronal no se le puede cambiar ni una coma en el Parlamento. Los diputados que representamos a 45 millones de españoles nos preguntamos qué pintamos en todo esto… ¿Cerramos el Parlamento o suspendemos la democracia? ¿Que la patronal nos envíe por correo las leyes que quiere aprobar?
La operación prometía desde que hace unas semanas las dos partes del gobierno confirmaran que no habría derogación de la reforma del PP sino una modificación de sus aspectos más lesivos, una modernización, una matización… Empezamos con la neolengua y terminamos donde siempre. El gobierno más progresista de la historia ha resultado ser bastante similar a otros tantos gobiernos progresistas que hemos conocido en el pasado. Quizás con el valor añadido de haber protagonizado un enfrentamiento público entre ministerios por ver quién lideraba las negociaciones y rubricaba el acuerdo, pero poco más.
Despedir seguirá siendo tan barato como antes y por eso la propuesta de reducción de la temporalidad será poco efectiva. La prevalencia del convenio sectorial sobre el de empresa se circunscribirá casi exclusivamente a los salarios. En materia de externalizaciones se vuelve a dejar tirados a los trabajadores más vulnerables y desde luego no se recuperan los derechos perdidos en 2010 y 2012. Quizás por eso Ciudadanos ha tardado una décima de segundo en ofrecerse al gobierno para aprobar la reforma laboral.
El gobierno vuelve a tropezar con la misma piedra con la que tropezó con la vergonzosa renovación del TC y el voto “progresista” favorable a Arnaldo. Si el plan era pactar la reforma laboral con la patronal y con Ciudadanos no hacía falta esperar 3 años y medio. Toda la inflación discursiva de los últimos meses, las expectativas generadas, el sentimentalismo obrerista y demás dispositivos comunicativos, se convierte ahora en un arma de doble filo que solo aumenta la indignación y el cabreo lógico en muchísima gente.https://www.elindependiente.com/espana/2021/12/28/los-socios-de-sanchez-rechazan-en-el-congreso-la-reforma-laboral-que-yolanda-diaz-celebra-en-moncloa/
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