José María Fernández Sousa-Faro, ejecutivo de PharmaMar, figura entre los 2.200 nombres de la red desmantelada por la Policía Nacional de España, que adquirieron pasaportes c0v1d falsos.
Ni ellos mismos se ponen sus inyecciones, mientras ingenuos "buenos ciudadanos" manipulados con miedo, son obligados a colocarse esa cosa.
La noticia de que el presidente de una compañía farmacéutica española compró un certificado de vacunación falso tiene una implicación clarísima: una persona con ese conocimiento de la industria farmacéutica sabe que la v4cvna no sólo no es necesaria (si no, se la habría puesto) sino que tiene miedo a las consecuencias de ponérsela (por eso se compró un pasaporte de vacunación falso). Noticia importantísima, por sus implicaciones.
Si fuese una verdadera p4nd3m1a, habría un mercado negro de v4cvn4s y no un mercado negro de certificados.
