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SOMOS LO QUE NO QUERÍAN. Fernando López-Mirones. Somos lo que | Qanon Hispano

SOMOS LO QUE NO QUERÍAN.
Fernando López-Mirones.

Somos lo que no querían, trataron de eliminarnos por todos los medios, apretaron, coaccionaron, amenazaron, nos impidieron entrar hasta en los bares.
Su plan sólo funcionaría si no quedaba ninguno de nosotros, no podía haber nadie con quien comparar.
Pero nunca imaginaron que habría gente tan fuerte y tozuda en sus convicciones como para resistirlo todo, incluso el no asistir en Navidad a cenar con su familia.
No sabían que había personas tan seguras, las que los rodean a ellos no son así, están acostumbrados a comprar almas por mucho menos.
¿De dónde han salido todos estos hijos de puta tan resistentes? se preguntaban ¿es que no temen por sus vidas? ¿Acaso no les importa perder sus trabajos? ¿Les da igual ser abandonados por sus amigos? ¿No les afecta no poder viajar, ni entrar en espectáculos, restaurantes o bares?
¡Quiero contratarlos a todos! diría yo si fuera Gates o Soros ¡quiero empresas compuestas por gente valiente e incorruptible como ellos!
El sueño de un Jefe de Recursos Humanos, la lealtad y fortaleza que todo general querría en sus filas.
Somos lo que no querían. No contaban con que existieran seres humanos tan formidables como para oponerse a todo el planeta con una sola palabra: no.
Nos negaron abrazos, nos negaron hasta el saludo; nos robaron la reputación ganada durante decenios, se burlaron, nos ridiculizaron hasta la extenuación... pero resistimos.
Somos lo que no querían.
Todo se ponía oscuro, se suponía que tendríamos que haber muerto masivamente infectados de sarscovdos, éramos los únicos sin inmunizar, esos locos inconscientes que, además, sonríen.
Entonces todos estuvimos solos, algunos con Dios, otros con Dios también pero sin darse cuenta.
Y se rompieron matrimonios, parejas, amores inmunodeprimentes.
Mas resultó que por la travesía del desierto al que nuestros amigos nos echaron andaban otros, y nos conocimos, y vimos que eran como nosotros, y todo empezó a mejorar.
En el Páramo de los hombres libres vimos que éramos legiones, que uno de cada 100 es mucho.
Entonces nos hicimos fuertes porque éramos lo que no querían, éramos el grupo de control que demuestra que todo era mentira porque no solo no nos hemos muerto de esa enfermedad mental inducida, sino tampoco de las otras plagas bíblicas que asolan a los que obedecieron.
Sin nosotros, la gran mentira habría triunfado porque no habría con quien comparar. Con nosotros aquí se les cae el circo de tres pistas, porque nos morimos cuando nos toque, pero no voluntariamente porque unos señores con mucho dinero hicieran la mayor campaña de propaganda de la historia de la humanidad.
Somos el punto de apoyo de Arquímedes, la piedra de Jesús, el mástil de Odiseo, somos la peor pesadilla de los genocidas... por eso no nos querían. Un aullido.