2021-11-27 15:42:47
Fragmento del libro 'Dinamita', que aborda la historia de las luchas del movimiento obrero norteamericano: "
Sabotaje y escaqueo.
Paga pequeña, palas pequeñas.
En una de estas agencias de colocación de Chicago logré encontrar un trabajo de pico y pala, para una buena temporada, en una obra a las afueras de Joliet. Eramos aproximadamente unos 100 compañeros y pronto pude descubrir que, entre ellos, había algunos ‘wobblies’, firmes defensores del sabotaje.
–Tómatelo con calma, chico. No pretendas –me dijo sonriendo uno de ellos al tercer día– acabar la carretera en un día. ¡Qué le den! Te pagan 3,5 dólares, como a mí, ¿verdad? Bueno, pues no trabajes entonces como si te pagaran 35.
Había estado trabajando sin descanso, no tanto porque realmente quisiera acabar la carretera cuanto antes sino porque pensaba, después de llevar varios meses sin trabajo y de estar pasando por una mala racha, que un poco de trabajo duro de verdad no me vendría mal y me fortalecería física y mentalmente. Pero cuando el profeta ‘wobbly’ del sabotaje me sugirió que bajara el ritmo, me sonrojé sin saber bien por qué y empecé a tomar consciencia de mi condición.
Durante días, el tipo se mantuvo a mi lado, insistiendo en que dejara de trabajar tan duro. “Echa el freno, chico –me llegaba a decir–. Ve a beber un poco de agua”. O cosas como “¿no va siendo hora de que vuelvas al baño?” o “Déjalo, ya lo harás mañana, chico”.
Mantuvimos largas conversaciones mientras él simulaba estar picando o cavando a mi lado. Había transformado el escaqueo en todo un arte, era evidentemente un tipo leído y bien educado y cuando le confesé mi interés por escritores como Upton Sinclair o Frank Harris, o por la Revolución Rusa, él empezó a hablarme de la IWW, o de cómo el Gran Bill Haywood y William Z. Foster encontraron, en un congreso obrero internacional al que habían acudido en 1912, la noción francesa de sabotaje, trayéndola a América donde, desde entonces, había sufrido grandes mejoras con su puesta en práctica entre las filas de ‘wobblies’. Se había comprometido personalmente a difundir las virtudes del sabotaje y gracias a su sorprendente don para la conversación, podía ir de trabajo en trabajo, convirtiendo en ‘wobblies’ a trabajadores sin ningún compromiso e ilustrándolos en lo que él llamaba la técnica del escaqueo.
Me enseñó esas técnicas. “No le des tan duro a la pala –me decía–, no te vayas a romper la espalda. Me acuerdo de unos tipos en Bedford, Indiana, allá por 1908, que, cuando el patrón les expuso que les iba a recortar los salarios, ellos se fueron a un taller mecánico cercano y recortaron sus palas. “Paga pequeña, palas pequeñas”, le soltaron al jefe. Acertaron de lleno. Fue una forma intuitiva y espontanea de sabotaje, de acuerdo, pero sabotaje al fin y al cabo, aunque la palabra aún fuera desconocida en el país. Y su frase aún sirve: paga pequeña, palas pequeñas. A ti te pagan 3,5 dólares, ¿no? ¿Realmente crees que ese es el valor de tu trabajo? No seas bobo y ponte a trabajar con la pala pequeña y, si nadie te ve, ni pala ni nada. Escaquearse es como estar de huelga mientras trabajas. ¿Lo pillas?”.
DINAMITA. Historia de la violencia de clases en Estados Unidos (1826-1934). https://www.lalinternasorda.com/dinami.html
Louis Adamic. Traducción: Rubén Fernández Rojo
Foto: Grupo de wobblies, incluido Arturo Giovannitti, mostrando sus periódicos.
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