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Amigo De Pajas - Parte 10 Un Seguidor Nos Cuenta Hace rato no | Relatos y Confesiones Homoeróticos [2-Spirits]

Amigo De Pajas - Parte 10
Un Seguidor Nos Cuenta

Hace rato no escribía relatos. Pueden buscar los anteriores en el grupo.

Soy argentino, trigueño, 173, labios carnosos, flaco.
Después de juntarme con Ezequiel (1,69, ojos verdes, piernas de futbolista) aquella vez, en que nos hicimos pajas cruzadas y el terminó acabandome en la verga, quería más. En ese momento sólo había hecho pajas cruzadas, nunca más que eso. Y era lo que buscaba. Hasta conocer a Ezequiel, me costaba encontrar en mi pueblo alguien que quiera solo eso. Pero ya había cambiado mi situación, con él podía hacerlo ahora cuando tuviera ganas.

Asi que después de encontrarnos en su casa, acordamos ir a otro lugar. Fue una salida tranquila, a la playa, que queda a unos 3 o 4 kilómetros. Fuimos caminando, un día caluroso de verano. Charlamos de la vida todo el día. Cuando empezó a oscurecer, comenzamos la vuelta. En eso, antes de llegar al pueblo hay un campo, y Ezequiel me dice, ¿Nos pajeamos?

Esos ojos verdes y recordar su verga enorme, más grande que la mía, me calentaron al toque. Le dije que sí. "Vamos al campo", responde. Se ve que tenía todo pensado.

Cuando vamos empezamos con las pajas. En eso me dice si quería besarnos. Me gustó la idea, y lo besé. Me recorrió un calor por todo el cuerpo. Eran nervios, y emoción. Nunca había besado a un hombre. En eso juntamos las pijas y me dice ¿Está vez dónde querés la leche? La última vez me acabó en la verga. Le digo que dónde a él le guste. Me dijo: "quiero ver tu boca con mi semen".

Así que me arrodillé, y lo agarré de las piernas y nalgas, mientras con su enorme cabeza de la verga me golpeaba los labios con su movimiento. En eso me dice "ahí vengo". Y yo estaba muy excitado, también pajeandome, viendo cómo pasaban autos a unos metros, que no me veían a mi arrodillado, pero si a Eze. Entonces empezó a gemir y sentí bien caliente en los labios. No pude aguantar y mientras acababa le besaba la cabeza, dejando que parte de la leche cayera al suelo. En eso, se apura a besarme, antes que me limpie. Y ese beso con leche me hizo acabar a mi, que empecé a gemir muy fuerte, ahogado por su beso.

Después nos limpiamos y volvimos al camino. No sería la última paja con mi amigo. Avisen si quieren más anécdotas...

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