​​Un Seguidor Nos Cuenta Todos tenemos una amiga que sabe de | Relatos y Confesiones Homoeróticos [2-Spirits]

​​Un Seguidor Nos Cuenta

Todos tenemos una amiga que sabe de nuestra orientación sexual, actúan en momento como cómplice, en mi caso una noche iba de compañía con Graciela a una cena y en la reunión había un tipo llamado Alessio, un hombre alto, calvo, de piel morena, ojos grises, se veía que hacía ejercicio y mis ojos no paraban de observarlo, parecía un felino y a ese felino le salió cazador.

Le comenté a Graciela de mi simpatía por Alessio y se sonrió. En un momento de la cena se excusó y nos unió.

Recuerdo que este hombre me inspiraba sexo.

Terminada la cena, caminé hacia él, nos miramos y nos sonreímos, tenía una dentadura perfecto, unos labios besables, la camisa entre abierta se le asomaba los vellos del pecho, un plus.

Hay personas que te enganchan y este era el caso, te hacen sentir embelesado.

Me presenté y de inmediato hizo contacto con eso ojos penetrante, me sentía que éramos nosotros dos en ese salón, su timbre de voz muy masculina, me dijo que era licenciado en letras, lo cual hizo valer su título, mucho tema de conversación, otro punto.

Era una situacion de quien cazaba a quien, porque el interés era mutuo.

Recuerdo, verle una piraña tatuada, le pregunté y me dijo: esa muerde rico y devora a sus presas, a lo que indujo la risa.

Graciela, se despidió de nosotros y él le dijo que me llevaría (cazador cazado), jajaja, ya a esta altura no había nada que aparentar.

Nos retiramos y en el carro me invitó a ir a su departamento a continuar la velada.

Llegamos al edificio, había muchas señales y entramos al ascensor, ni resistí y tuve que besarlo, me respondió devorando mi boca.

Entramos al apartamento y por supuesto parecíamos lobos hambrientos, le quite la camisa y me quitó la camisa, su torso era esculpido y sobre esa escultura una alfombra de vellos cuidados, nuestros penes estaban a reventar, se notaban a atraves de los boxer, nos terminamos de desvestir.

Y seguir en su habitación, no tiramos en su cama, nos zambullimos y nos poseímos de los cuerpos.

Lo besé no sé cuántas veces, me pegué a sus pechos, mamé sus pezones como que iban a dar leche, nuestras voces se entrecortaban, bajé a su pene y sus bolas, las chupé, su cabeza lubricaba al igual que la mía, éramos dos sementales.

Sacó un lubricante y me untó la entrada de mi culo, deseaba ser de Alessio, ese guevo, era un mástil, rodeado de venas que palpitaban al compás de nuestros corazones.

Me acomodó y viendo sus ojos me fue penetrando, centímetro a centímetro, los 23 céntimos me los metió, nos perteneciamos, yo era suyo y él era mío, sentía mi culo caliente, deseaba ese guevo dentro de mí, su espalda suba, mis manos sentí su cuerpo caliente, nos fundíamos uno en el otro, nuestra respiraciones eran una, un par de hombre haciendo el amor.

Le decía que le diera más duro, que no tuviera compasión conmigo, deseaba que me prepara, en un momento mi culo apretó su pene a lo que me dijo que no aguantaba y se vino dentro de mí. Eyaculó como un verdadero reproductor.

Al sacar su guevo, mi culo estaba repleto de leche, que también salía.

Alessio, me besó tiernamente, un largo tiempo, todo el cuerpo, despertado mi ganas.

En el segundo ring, me lo devoré, lo besé, le mamé el culo y su culo se dilatada, me dijo que me lo cogiera, le coloqué lubricante y sin pensarlo, lo penetré, me estaba cogiendo a un hombre, cuando veía como disfrutaba mi guevo, más duro lo sentía, su culo lo apretaba y me resistía a eyacular, era una lucha por no acabar y disfrutar de ese hombre, deseaba entrar en él, nuestros cuerpos eran calientes, ya no podía resistir más y me indicó que acabará en su pecho, que quería sentir mi leche y verme eyacular, me excitó más y acabé como nunca, no sabía de donde sacaba tanto semen.

Así saciados de uno y del otro, nos rendimos, amanecí sobre su cuerpo.

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