El niño viene al mundo sin ambición alguna, sin apetito de poder, sin idea alguna de que es más alto, más santo, superior. Ciertamente no puede ser responsable. Quienes lo crían –los padres, la sociedad, el sistema educativo, los políticos, los sacerdotes– esa misma pandilla sigue echando a perder a todos los niños. Por supuesto, cuando sea su turno, él va a echar a perder.. pero esto es un círculo vicioso. ¿Desde dónde romperlo?
Insisto en condenar a los sacerdotes y a los políticos, porque es a partir de ahí que esto se puede romper. Condenar a los niños pequeños que vienen al mundo no va a ayudar. Condenar a las masas comunes tampoco va a ayudar, porque ya han sido condicionadas, están siendo explotadas. Están sufriendo, son miserables. Pero nada los despierta; están dormidos. El único punto en el que nuestras condenas deben concentrarse es en aquellos que tienen el poder, porque tienen el poder de contaminar a las generaciones futuras. Si se les puede detener, podemos contar con un hombre nuevo. Osho #NWO
