“Tenemos que dejar muy claro a los chinos que, si invaden Taiwán, haremos volar por los aires TSMC”, dijo la semana pasada el congresista estadounidense Seth Moulton en una conferencia organizada por el laboratorio de ideas Milken Institute con sede en California.
La mujer que comentó sus palabras diciendo que las consecuencias serían “terribles” es Michele Flournoy, quien durante la Administración Obama fue subsecretaria de Defensa para Políticas.
El ministro de Defensa de Taiwán, Chiu Kuo-cheng, ha reaccionado este lunes (8 de mayo) señalando que las Fuerzas Armadas de la isla no tolerarían la destrucción de ninguna instalación taiwanesa.
En fin, es peligroso ser enemigo de EE. UU., pero no es menos peligrosa la ‘amistad’ con ellos.
TSMC es una empresa dedicada al mundo tecnológico más avanzado, se trata de una fundición de semiconductores destinados a todo tipo de tecnología existente. Sus siglas corresponden a Taiwan Semiconductor Manufacturing Company y su sede, como su nombre ya deja caer, se encuentra en Taiwán.
TSMC es el fabricante de semiconductores más grande del mundo y de él dependen (en parte) unas de las más grandes empresas existentes, como Google, Apple, NVIDIA, Qualcomm…
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