Mini-nota explicativa Al igual que el YS, el cuerpo 'físico' | EMEDT, Escuela de Metafísica y Desarrollo Transpersonal
Mini-nota explicativa
Al igual que el YS, el cuerpo "físico" o avatar también "responde" ante un nombre, también en Irdin (ver nota anterior). Este nombre representa la frecuencia, energía y nivel de consciencia que tu consciencia corporal tiene de sí misma, y que se encuentra ubicada en el envoltorio mental del corazón. Es decir, la consciencia que el cuerpo tiene de sí mismo está proyectada y es la consciencia del órgano corazón, que es quien controla, verdaderamente, toda la estructura energética, mientras el cerebro "orgánico" gestiona la estructura fisiológica.
El cerebro etérico y mental trabajan con el corazón a nivel etérico y mental para regular el conjunto de los cuerpos sutiles, por eso el avatar es autoconsciente de sí mismo y se reconoce como "ser", independientemente de la personalidad que lo ocupe.
Aún así, hay abismos en los grados de consciencia que tiene el avatar de cada ser humano. Algunos tienen muy poco desarrollo evolutivo y, por lo tanto, un grado jerárquico muy bajo marcado por el nivel de consciencia de las partículas que forman la estructura mental del corazón. Otros avatares tienen un grado de consciencia enorme, tanto que pueden contradecir las instrucciones de la personalidad y no ejecutar "algo" que el propio cuerpo considera perjudicial para sí mismo, a pesar de la insistencia o intento de llevarlo a cabo de los programas y "yoes" mentales.
El nombre del avatar es entregado a la personalidad de igual manera que el nombre del YS, sólo y únicamente cuando el nivel evolutivo de la personalidad está firmemente comprometido con el cuidado, respeto y aceptación de lo que el cuerpo decide, en su nivel, para si mismo. No se puede obtener por métodos adivinatorios, pues sólo cuando el cuerpo lo decide, le "pide" al YS que se lo dé a la personalidad sin ningún género de duda.
Es decir, el nombre no es entregado por la propia consciencia corporal, sino por el alma o YS, con la aprobación del avatar, para que la personalidad se pueda dirigir (en tercera persona) a su cuerpo, y hablarle con el nombre "real" que imbuye su vibración y nivel de consciencia actual. Cuando le hablas a tu cuerpo usando su "nombre", el cuerpo se siente entonces reconocido por la personalidad, y deja de sentirse un instrumento o un mero vehículo para ser una parte que tiene voz y voto en el conjunto de las experiencias y acontecimientos que forman parte de la realidad.
Poder preguntarle a tu cuerpo si una crema le parece bien, si le ha dolido un golpe que te has dado sin querer o si desea hacer un esfuerzo extra para "algo" añade una capa de responsabilidad y consciencia a nuestro desarrollo personal. Tu cuerpo contestará, no con palabras, sino con sensaciones físicas o movimientos que te harán darte cuenta si aquello que le estás preguntando o pidiendo está alineado con el bien mayor de tu avatar.
La mayoría de avatares aún están en un estado "zombificado", sin que sea peyorativo, indicativo de que su nivel de consciencia corporal es muy incipiente y, por lo tanto, solo "obedecen" mecánicamente a las instrucciones que rigen el cuerpo desde la mente. Pero aquellos que cultivan la relación con su cuerpo de forma consciente pueden ir incrementando el grado de conciencia de las mónadas que forman la estructura mental del corazón, y llega un momento en el que tu (como la personalidad) y tu avatar (como tu vehículo físico para esta encarnación), formáis un "todo unido" y en simbiosis para acometer cualquier desafío y vivir cualquier experiencia que la vida te presente en tu realidad.
David
emedt.org/blog
