2022-07-14 01:45:38
Estimados: este adjunto que les estoy enviando ,es de una cruda y dolorosa verdad. La cual debe ser dirigida a todos los hombres y mujeres a los que le duele el país sintiendo como están desangrando el futuro de nuestra descendencia
Cuando se unen la estupidez con la ignorancia...
Algo muy llamativo está sucediendo en Argentina des de hace varios años.
En el final de este comentario introductorio daremos a conocer una cifra que se desprende de esta historia que a más de uno va a dejar helado.
Se trata de un tema poco difundido en los medios masivos. En realidad, es más probable que aparezca en el National Geographic que en nuestra TV abierta.
Por estos días, la prensa argentina e internacional se ocupa extensamente de lo que está ocurriendo en Punta Tombo, Chubut, donde miles y miles de pingüinos llegan hasta esas playas cercanas a la Península de Valdez.
Los llamados pájaros bobos son la atracción para visitantes argentinos y extranjeros. De todas formas, desde hace ya varias temporadas a estas pequeñas criaturas de 50 cm de alto les surgió una "competencia" que está alterando el mapa de las aves patagónicas.
Los albatros y las gaviotas se han multiplicado de tal forma en esa geografía nacional que algunos biólogos del CENPAT (Centro de Estudios del Medio Ambiente Patagónico) están estudiando de dónde proviene semejante cantidad de ejemplares alados. A lo largo de todo el gigantesco golfo San Jorge y en localidades pesqueras aledañas de Chubut y Santa Cruz, los habitantes del lugar ven el cielo oscurecerse cuando las bandadas terminan literalmente tapando al sol.
¿De dónde salieron? ¿Por qué son tantos?, se preguntan.
Usted, con razón, también se puede preguntar:
¿Y esto qué tiene que ver con nuestra realidad?
Ya llegamos, esté atento a la cifra que le vamos a revelar.
Estos gigantes del aire despegan hacia el mar en busca de comida...
Los científicos dicen que cada día encuentran más comida, por eso se reproducen tanto, por eso son cien veces más que en los cercanos años noventa; cien veces más.
Resulta que tanto los albatros como las gaviotas encuentran flotando cientos de toneladas de peces muertos muy cerca de la costa...
¿Es la contaminación?, ¿Es un fenómeno natural?
No, es simplemente corrupción en Argentina.
El Secretario de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación tuvo una desastrosa idea:
Retirar los inspectores que iban a bordo de los pesqueros y los fresqueros que buscan langostinos, cambiándolos por meros "observadores", con un casi nulo poder de policía.
Este hecho coincidió casualmente (o no tanto) con otras dos situaciones desgraciadas:
1. La Comunidad Económica Europea expulsó de sus mares a los buques congeladores que eran altamente depredadores. Ante la imposibilidad de trabajar en el viejo continente, las grandes empresas españolas emigraron hacia Argentina, donde la depredación es una palabra desconocida, casi sin uso.
2. Las autoridades provinciales de Santa Cruz y Chubut (el gobernador Das Neves, fue uno de los que permitió esta depredación) completaron el círculo permitiendo a las naves factorías foráneas a tirar (sí, a tirar por la borda) aquel pescado que no les conviniera.
Desde entonces, los buques que buscan langostinos sólo se interesan por esta especie, que cuesta en el mercado internacional 18 dólares el kilo.
Por ello, arrojan al mar la merluza, el cazón, el abadejo, las rayas y hasta el salmón, que caen en sus redes.
Como la merluza es un predador del langostino, ejemplares de muchísimo kilaje quedan atrapados, son llevados a la cubierta y luego arrojados al mar.
Como estos peces viven a 80 o 90 metros bajo la superficie, una vez subidos al barco mueren por una normal diferencia de presión.
Aunque sean devueltos al océano, ya están muertos.
¿Quién se los come?
Acertó: los albatros y las gaviotas...
¿Sabe cuántas toneladas de merluza tira al mar cada uno de estos barcos de 40 o 50 metros de eslora? 10 toneladas diarias; 10.000 kilos.
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31 viewsRX, 22:45