2022-07-26 15:11:02
La vanagloria es un enemigo que acecha sobre todo a las almas que se han consagrado al Señor y que se han entregado a la vida espiritual; y, por eso, puede ser llamada, con toda razón, la tiña del alma que tiende a la perfección. Ha sido llamada con acierto por los
santos carcoma de la santidad.
Nuestro Señor, para mostrarnos hasta qué punto la vanagloria es contraria a laperfección, lo hace con aquella reprensión que hizo a los apóstoles, cuando los vio llenos de autocomplacencia y de vanagloria, porque los demonios obedecían las órdenes que
ellos les daban: «Sin embargo, no os alegréis porque los espíritus se os someten».
Y para erradicar del todo de sus mentes los tristes efectos de este maldito vicio, que suele conseguir insinuarse en los corazones, los atemoriza poniendo ante sus ojos el ejemplo de Lucifer, precipitado desde las alturas por la vana complacencia en la que cayó
ante la grandeza a la que Dios le había ensalzado: «Veía a Satanás, que caía del cielo como un relámpago» Santo Padre Pío
330 viewsSonia Ibarra, 12:11