El Águila convocó una manifestación que rodeó el Congreso de l | @yasmincnunez
El Águila convocó una manifestación que rodeó el Congreso de los Estados Unidos, consciente de que los oscuros tenían planeado un plan de asalto para culparlo a él de los hechos. Quién ganó ese round? El Águila. Con esos hechos violentos justificó la entrada en vigor de una Ley Marcial gracias a la cual los patriotas tienen base legal para detener y juzgar a los traidores.
El Águila pidió la vacunación y urgió a las farmacéuticas a que adelantaran el uso de la vacuna. Con qué objetivo: Que fueran los mismos creadores de ese plan macabro de adulterar el sistema inmunológico y el genoma humana, que salieran solitos de sus madrigueras. El plan ya había sido diseñado. Y sin Trump en el poder, lo aplicarían lentamente como la ranita que al cocinarla a fuego lento la terminan matando sin resistencia alguna. Al forzarlos a adelantar el plan de vacunación, aunque no lo parezca, se ha evitado el genocidio planeado. Ya una gran mayoría rechaza la vacuna y están alertas, ya lograron despertar y ahora lucharán por su libertad. El Águila con su astucia ha despertado a un León que ha estado mucho tiempo dormido. La humanidad ya no podrá volver a ser esclavizada. Quién ganó este round? El Águila. Ahora ya no está solo, lo acompañan en su rebeldía millones de seres despiertos.
El Águila estuvo todo el tiempo consciente del masivo fraude que le tenían preparado. Por qué no lo detuvo? Porque había que dejarlos que cometieran el delito, así ahora tiene la justificación y las pruebas para condenarlos. Quién ganó este round? El Águila.
Vendrán más desafíos. Los oscuros atacarán con saña. Pero ya la luz resplandece en todas partes y se propaga en todas las direcciones.
Hay que estar preparados, en alma, cuerpo y corazón, para disolver y transmutar la oscuridad, desde adentro hacia afuera. Cada ser encarnado es una velita, y es potestad de cada uno cuidar esa llama, procurar que siempre esté encendida. En algún momento nos tocará pedir fuerzas al Creador cuando sintamos flaquezas, y cuando toda tempestad haya pasado, debemos agradecerle infinitamente por la oportunidad de permitirnos ser parte y testigos de este majestuoso nacimiento de una nueva era. Namasté.
