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La humildad puede ser un reto difícil para algunos creyentes, | CASA DE ORACION LONDRES

La humildad puede ser un reto difícil para algunos creyentes, y es que la altivez, puede presentarse de diversas maneras. Se puede manifestar al ser despectivos, pensar mejor de uno que de otros. Y puede sucedernos sin darnos cuenta. Podemos sentir que somos mejor portados, mejor informados, y así nos atrapa la arrogancia.

La arrogancia va delante de la destrucción; la humildad precede al honor.
Proverbios 18:12 (NTV)

Pero, también se puede presentar la altivez siendo silentes ante eventos, guardándonos los dones que Dios nos dio y no haciéndonos responsables por nuestras tareas. Dios nos ha encargado llevar las buenas nuevas al mundo entero. Si no lo hacemos, también puede ser porque nos dejamos atrapar por la altivez.

Es posible que sintamos que no tenemos por qué hacerlo. Que ya hemos hecho suficiente. Cuando tomamos conciencia real, de todo lo que sufrió Jesús por nosotros, deberíamos entender que nada es suficiente. Y aunque no nos exige nada a cambio, más que creer en Él y darle un lugar especial en nuestros corazones.

“No hagan nada por egoísmo o vanidad; más bien, con humildad consideren a los demás como superiores a ustedes mismos. Cada uno debe velar no solo por sus propios intereses, sino también por los intereses de los demás.”
Filipenses 2:3-4 NVI

La humildad no es rebajarnos, pero si es ponernos en el lugar o contexto adecuado. Es buscar la verdad de quiénes somos en la luz de saber quién es Dios y cómo nos ama.

Perseguir la verdad y aferrarnos a ella, poniendo primero a Dios y las necesidades de otros es un acto de noble humildad.
No nos dejemos arrastrar por esas maneras de sentirnos mejores o superiores. Eso nos llevaría también a juzgar a otros y jamás olvidemos que solo Dios tiene derecho de juzgar.

Todos cometemos errores. Ninguno es perfecto y debemos cultivar la humildad y el honor.

En amor,
Raul & Rocio Borboa
CDO LONDRES