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Tenemos un enemigo en común, que busca alejarnos de Dios de mu | CASA DE ORACION LONDRES

Tenemos un enemigo en común, que busca alejarnos de Dios de muchos modos, uno de ellos es el sembrar la duda acerca del Señor en nuestra vida.

Con este engaño, desde el principio, hizo que Eva dudara de Dios, y hoy en día el enemigo sigue usando esta estrategia, aprovechando toda situación para que desconfiemos de nuestro Padre.

“La serpiente era más astuta que todos los animales del campo que Dios el Señor había hecho, así que le preguntó a la mujer: —¿Es verdad que Dios les dijo que no comieran de ningún árbol del jardín?”
Génesis 3:1 NVI

¿En alguna ocasión dudaste de Dios? Es probable que sí, porque no viste una respuesta a tu oración o las cosas no pasaron como esperabas, y en vez de soluciones solo se presentaron muchas complicaciones.

Cuando estamos pasando por ello, cuando dudamos, debemos recordar no solo las promesas de Dios sino también que tenemos un enemigo que quiere que nos alejemos de nuestro Padre, para poder atacarnos y hacernos caer.

“Practiquen el dominio propio y manténganse alerta. Su enemigo el diablo ronda como león rugiente, buscando a quién devorar. Resístanlo, manteniéndose firmes en la fe, sabiendo que sus hermanos en todo el mundo están soportando la misma clase de sufrimientos.”
1 Pedro 5:8-9 NVI

Dios actúa siempre con la verdad, no nos engaña. Así que, debemos permanecer en su Palabra y en la comunión con Él para no caer en las trampas del enemigo.

Si descuidamos la verdad, sin duda el enemigo aprovechará para sembrar la duda, pero si nuestra fe crece y se aferra a quién es Dios, no caeremos en su trampa.

“Entonces Jesús decía a los judíos que habían creído en Él: «Si ustedes permanecen en Mi palabra, verdaderamente son Mis discípulos; y conocerán la verdad, y la verdad los hará libres».”
Juan 8:31-32 NBLA

Cuando pases por valle de sombra, recuerda quién está a tu lado, y si la enfermedad te aqueja, ¿quién es tu sanador?; si te falta algo ten presente quién es tu proveedor.

“Señor, solo tú eres mi herencia, mi copa de bendición; tú proteges todo lo que me pertenece. La tierra que me has dado es agradable; ¡qué maravillosa herencia! Bendeciré al Señor, quien me guía; aun de noche mi corazón me enseña. Sé que el Señor siempre está conmigo. No seré sacudido, porque él está aquí a mi lado. Con razón mi corazón está contento y yo me alegro; mi cuerpo descansa seguro.”
Salmos 16:5-9 NTV

En amor,
Raul & Rocío Borboa
CDO LONDRES