2022-02-10 10:13:32
Para todas las cosas que encargamos y tenemos que armar, nos envían un manual adjunto. Es la mejor manera de lograr poner las piezas en orden, que permanezcan adosadas y funcione mejor eso que pedimos. Sea una mesa, silla o mueble. Nuestro manual de la vida es la Biblia.
Muchos dicen que no hay universidad para la vida, que la misma vida misma nos enseña, pero no, tenemos ese manual, esa guía segura, firme que nos indica en que creer con toda certeza, como conducirnos, que motivaciones son aceptables para el Creador de la vida.
La Biblia, es esencial leerla, meditar en ella, obedecer lo establecido ahí, porque es La Palabra de Dios.
La Biblia fue escrita por hombres inspirados por Dios.
“Toda Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para reprender, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, equipado para toda buena obra.”
2 Timoteo 3:16-17 NBLA
Si leemos la Biblia y la analizamos, y meditamos en ella, nos daremos cuenta que todas las historias en ella nos enseñan. Encontramos ejemplos de lo que está bien y lo que no. De las consecuencias que trae independizarnos Dios. De lo que sucede cuando nos comportamos haciendo daño a otros.
Atendiendo a la Biblia aprendemos a mejorar nuestra vida porque nos ayuda a perdonar, a no permitir que nada nos aleje de las enseñanzas que Dios nos dejó en ella.
Cuando nos apasionamos por Su Palabra, nos damos cuenta de que es viva y poderosa.
“Ciertamente, la palabra de Dios es viva y poderosa, y más cortante que cualquier espada de dos filos. Penetra hasta lo más profundo del alma y del espíritu, hasta la médula de los huesos, y juzga los pensamientos y las intenciones del corazón. Ninguna cosa creada escapa a la vista de Dios. Todo está al descubierto, expuesto a los ojos de aquel a quien hemos de rendir cuentas.”
Hebreos 4:12-13 NVI
En el lo ro de los proverbios, encontramos ejemplos claros de las consecuencias del bien y del mal.
Dios nos instruye a permanecer con Él a cada instante de nuestra vida, para poder ver Su gran amor y poder. Es un Dios generoso que se complace en bendecirnos, quien desea y tiene planeado el mayor bien para nosotros: Formar el carácter de Cristo.
“»Yo soy la vid y ustedes son las ramas. El que permanece en mí, como yo en él, dará mucho fruto; separados de mí no pueden ustedes hacer nada. El que no permanece en mí es desechado y se seca, como las ramas que se recogen, se arrojan al fuego y se queman. Si permanecen en mí y mis palabras permanecen en ustedes, pidan lo que quieran, y se les concederá. Mi Padre es glorificado cuando ustedes dan mucho fruto y muestran así que son mis discípulos.”
Juan 15:5-8 NVI
En amor,
Raul & Rocío Borboa
CDO LONDRES
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