Get Mystery Box with random crypto!

¡Señor, apresura el tiempo! Y aun cuando estaremos vestidos en | ♡Chicas de Fe♡

¡Señor, apresura el tiempo! Y aun cuando estaremos vestidos en las ropas de belleza que Él nos ha dado, no estaremos ocupados con ellas, sino embelesados con Él Mismo.

Hay otra visión de la esposa celestial, donde se ve “descendía del cielo de Dios, teniendo la claridad de Dios” (Ap. 21:10‑11). Es la gloria que ella desplegará delante de todos como “la esposa del Cordero,” quien será el heredero de todas las cosas.

Poseeremos una hermosura que será todo para Él; también luciremos una gloria delante de todo el universo como siendo la esposa de Él—la que compartirá todos Sus vastos dominios. ¡Ambas honras serán nuestras, queridos amigos cristianos! También habrá huéspedes convidados a la boda del Esposo celestial y de la esposa: “Y él me dice: Escribe:
Bienaventurados los que son llamados a la cena del Cordero” (Ap. 19:9).

Solamente aquellos que han sido salvos entre el día de Pentecostés y el arrebatamiento (véase 1 Ts. 4:17) formarán la esposa (o sea la iglesia), pero habrá millares de otros santos allí en el cielo—todos los santos de los tiempos antiguos, tanto los gentiles ( Job, por ejemplo) como los israelitas; y Juan el Bautista que dijo que era solamente un amigo del Esposo, estará presente como uno de los huéspedes convidados.