2024-02-09 20:40:15
1. La actual invasión rusa de Ucrania tiene su debido contexto. Ignorar o restar importancia a ese contexto es permitir que las emociones anulen la realidad. ¿Qué es este contexto? Ucrania está muy entrelazada con Rusia: su historia, cultura, incluso lengua, son históricamente compartidas. Ver esto como un conflicto nacional y étnico entre ucranianos y rusos es ignorar por completo que Ucrania siempre será parte integral de la historia rusa.
2. La soberanía nacional de Ucrania no fue violada ahora, cuando Rusia, por varias razones, decidió invadir. Esto se remonta al menos 9 años atrás, cuando a fines de 2013 y 2014, el entonces gobierno ucraniano elegido democráticamente fue derrocado en la llamada "Revolución Euromaidán". Ahora, según la propaganda mediática leal a los intereses occidentales, esta fue una revolución totalmente "no violenta”, orgánica (“grass-roots”) y era el deseo de la mayoría del pueblo ucraniano. Sin embargo, nada está más lejos de la realidad: se trató de un golpe de estado encubierto auspiciado y llevado a cabo por Occidente, encabezado por la entonces administración Obama-Biden, con una clara intención: desligar a Ucrania de su vínculo natural con Rusia y militarizarla (vía la OTAN) para ganar una posición clave a las puertas de Rusia. De hecho, tan pronto como el gobierno pro-ruso fuera derrocado, el amado neoconservador estadounidense, John McCain, viajó a Ucrania y en la Plaza de la Independencia en Kiev gritó al público: "Vuestro futuro está en Europa, y estamos aquí para ayudar esa transición". Y en conversaciones privadas filtradas de la Subsecretaria de Estado de Obama, Victoria Nuland, puedes escucharla discutiendo con el entonces embajador de Estados Unidos en Ucrania, Geoffrey R. Pyatt, a quién poner en cargos claves en el nuevo régimen. Jen Psaki, la ahora Secretaria de Prensa de la Casa Blanca de Biden, era entonces la vocera del Departamento de Estado de Obama, y como hoy hace, negó todos los cargos. Como pueden ver, las mismas personas que desestabilizaron a Ucrania en ese entonces, están ahora a cargo de la rama ejecutiva en Estados Unidos, distrayendo a la nación echándole toda la culpa a Rusia, cuando en realidad, siempre han sido las maquinaciones de ellos.
3. Ahora, sé los que muchos dirían: “¡Pues bien! Ucrania tiene mejor futuro si se desrusianiza y se europeiza”. Bueno, un problema: esta no es una decisión de Occidente, sino de Ucrania. Además, Ucrania es una nación muy diversa culturalmente. Podrá ser cierto que la mayoría en el oeste de Ucrania prefiere estar más vinculada a Occidente que a Rusia. Pero no así al este de Ucrania. De hecho, después del golpe de estado de 2014 y la expulsión de Viktor Yanukovych, las regiones de Luhansk y Donetsk en el Este declararon su independencia como la República Popular de Donetsk. Sea justificado o no, la mayoría de las personas que viven en estas regiones se identifican más con sus vínculos naturales con Rusia que con la ingeniería geopolítica artificial de Occidente. Pero lo realmente trágico es que tan pronto como se instauró el nuevo régimen títere en Kiev, comenzó la persecución: las "regiones separatistas" fueron clasificadas como "terroristas" (aunque no lo son, son gente normal como tú y yo), y comenzó la persecución sancionada por el estado. Aunque los números varían según la fuente que escoges, la mayoría de las fuentes independientes y no partidistas sitúan la cantidad de personas muertas debido a esta persecución patrocinada por el estado ucraniano en alrededor de 10,000 (algunas estimaciones son más altas, otras son más bajas). Pregunta: ¿dónde está la indignación mundial? ¿Dónde la empatía y solidaridad de Occidente con estas pobres gentes? Oh, se me olvida: ellos no son parte de "nuestro equipo", por lo tanto, sus vidas no significan nada.
4. Lo que es peor, Ucrania ha armado y empleado batallones abiertamente neonazis en su lucha contra las regiones prorrusas. Solo por mencionar dos ejemplos: el batallón Azov y el batallón Donbas.
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