2022-04-16 19:01:56
73 En otras palabras, si quiere viajar, tendrá que ponerse la vacuna y cruzar los dedos para no tener la mala suerte de sufrir un efecto secundario permanente. ¿Tendria la opción de elegir ponerse la vacuna antiCOVID-19 si quiere salir del país en algún momento de su vida?
Los preparativos de CommonPass empezaron el 21 de abril de 2020 en un documento técnico de la Fundación Rockefeller, y según este documento, está claro que la prueba de vacunación es parte de una estructura permanente de vigilancia y control social, una que limitará gran parte de su vida personal y su libertad para tomar decisiones.
No hay absolutamente ningún indicio de que la prueba del estado de vacunación se vuelva obsoleta una vez que se declare el fin de la pandemia del COVID-19, y la razón de esto es que la pandemia se está utilizando como justificación para el Gran Reinicio, que marcará el comienzo de un nuevo sistema de tecnocracia que se basa en la vigilancia digital y la ingeniería social para controlar a la población.
La prueba de vacunación permite que se implemente una forma de rastreo muy invasiva que se expandirá con el tiempo. El sistema de seguimiento propuesto por la Fundación Rockefeller exige acceso a todos sus datos médicos, lo que nos dice que el sistema tendrá otros usos además del seguimiento de los casos de COVID-19.
Durante años, le hemos sugerido al público en general levantar su voz para defender su derecho de decidir, aunque esta situación no le afecte de forma directa, porque a la larga terminará por hacerlo y para entonces, ya será demasiado tarde para hacer algo al respecto. Estamos en ese punto. Esto nos afecta a todos, no solo a los maestros y trabajadores de la salud. Afecta a todas las edades.
Cualquier empresa puede implementar la vacunación obligatoria contra el COVID-19. Nadie queda excluido de manera automática. Cualquiera podría tener que elegir entre la vacunación o el desempleo. La mayoría de las escuelas ya están diciendo que requerirán que los estudiantes y el personal se pongan la vacuna antiCOVID-19. Como lo reportó el National Geographic, según el lugar donde viva y la filosofía política de la mayoría de los representantes en la legislatura de su estado, negarse a vacunarse también podría impedirle:
• Obtener una licencia de conducir o un pasaporte.
• Asistir a un partido deportivo o concierto.
• Asistir a la escuela.
• Abordar un tren u otro transporte público.
• Entrar en una tienda, restaurante, bar, cafetería o salón de manicura.
• Reservar una cita con un médico.
• Ingresar en un hospital para una cirugía.
• Visitar a algún familiar o amigo en un asilo de ancianos.
• Obtener un seguro médico privado y Medicaid o Medicare.
Sin duda alguna, CommonPass forma parte del plan del Gran Reinicio. Es la etapa inicial del rastreo y seguimiento masivo, con el pretexto de mantener a todos a salvo de enfermedades infecciosas. Aunque de algo puede estar seguro, todo esto no se limitará al COVID-19, ya que la pandemia es solo la justificación para marcar el comienzo del fin de su libertad personal y el inicio de la vigilancia masiva.
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