2022-05-01 10:36:16
Luisa en la introducción del libro de las Horas de la Pasión habla de las *bendiciones que el Señor derrama en estos grupos, así mismo, en los pueblos donde haya un Alma que haga estas horas de la Pasión,* serán aminorandos los flagelos que les sacudan y a las familias donde se mediten. Nosotros nos ocupamos de consolarle y repararle a Él y Él se ocupa de nosotros. Nos reviste con sus mismas llagas, espinas, su sangre y nos hace partícipes de su Pasión. El Señor revive ese momento de la Pasión en el Acto único de Dios y nos pone a su lado como consoladores y reparadores en nombre de toda la familia humana.
*Por cada palabra leída el Señor promete salvar un Alma de la condenación, sea del purgatorio o un Alma viandante (de la tierra) que este a punto de condenarse* .
Cuando hacemos y meditamos cada hora de la Pasión podemos ampliar con nuestras palabras y siguiendo las inspiraciones que el Señor nos ponga en ese momento, sabiendo que estamos allí presentes y que ahora le estamos dando ese amor, compañía, consuelo, adoración, reparación y gloria en nombre de todos nuestros hermanos. Así el Señor recibirá nuestras reparaciones con sus mismas intenciones de encerrados a toda la familia humana en cada acto suyo. *Une tus lágrimas a las suyas, a las de la Virgen Mamá y impregnamos a todos nuestras hermanos con sus lágrimas para que traspase los corazones endurecidos* . Así poco a poco vamos introduciendonos en esos giros fundidos en Él que el Señor espera en nosotros. Que no solo nos conformemos con leer sino que con el pensamiento y amor vayamos más allá. Pidamos la asistencia de la Virgen, de los ángeles y de Nuestro Amado Jesús para hacerle digna compañía. Después durante el día , en la mente sigamos esa contemplación y así nuestros pensamientos vanos los vamos apartando y empezamos a ir viviendo más de cielo y sumergidos en su Pasión que de tierra. La verdadera reparación la podemos hacer sólo viviendo en su Divina Voluntad. Allí podremos amarle, consolarle y darle sus mismas reparaciones con su mismo amor Divina. Es a ese intercambio de vida y de voluntades al que debemos llegar, pero eso es un trabajo individual que depende sólo de la intención, constancia y voluntad de cada alma, acompañado siempre por la gracia de Dios para hacerlo.
40 viewsDivina Voluntad. Luisa Piccarreta. Divina Voluntad, 07:36