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LAS PALABRAS PUEDEN SER ARMAS QUE DESTRUYEN NUESTRA FAMILIA | 📖El Conocedor de La Biblia📖

LAS PALABRAS PUEDEN SER ARMAS QUE DESTRUYEN NUESTRA FAMILIA

Las palabras son como piedras lanzadas que no tienen freno, ni vuelta atrás y pueden causar graves daños, a veces, irreparables. Nuestro lenguaje es un arma que está llena de munición y lista para ser descargada en cualquier momento, haciendo víctimas a las personas que más amamos.

La Palabra de Dios debe convertirse en nuestro lenguaje diario. Es agua que purifica nuestras vidas, limpia las impurezas y renueva los depósitos en nuestros corazones. Esta agua pura y bendecida se va acumulando y a su vez está disponible para ser usada en todo momento. Contrariamente a lo que sucede cuando permitimos que sean las malas palabras, los malos pensamientos, la negatividad y la maldición los que se acumulen allí y sean usados para destruir a quien esté a nuestro alrededor. Jesús alguna vez compartió con sus discípulos que lo que contaminaba, no era lo que entraba por la boca, si no lo que salía de ella (Mateo 15:18).
Mateo 15:18 Pero lo que sale de la boca, del corazón sale; y esto contamina al hombre.

Hoy en día, las presiones financieras, laborales, la rutina y demás altibajos diarios, llevan a las familias a dejar de lado la lectura de la palabra de Dios y, por ende, a llenarse de preocupaciones y amarguras que terminan por convertirse en esa peligrosa munición que será disparada a la mínima provocación, dejando como resultado corazones heridos, estimas lastimadas, relaciones quebrantadas, por mencionar solo algunas.

Tu familia necesita que día a día te purifiques con la Palabra de Dios y llenes ese depósito con la verdad, el amor, el cuidado, la bondad, la paciencia que vienen directos del corazón de Dios y son una reserva poderosa para edificar, fortalecer y levantar a tu familia para la gloria de Dios.

Hoy vamos a ver como debe ser el lenguaje del amor en la familia y la importancia de llenarnos de la palabra de Dios.

1. Efesios 4:29 No digan malas palabras. Al contrario, digan siempre cosas buenas, que ayuden a los demás a crecer espiritualmente, pues eso es muy necesario.

•Pablo nos dice que debemos medir cuanto decimos, porque nuestro hablar luego de edificar puede destruir, romper, herir el corazón de las personas que amamos.


2. Proverbios 18:21 La lengua tiene poder para dar vida y para quitarla; los que no paran de hablar sufren las consecuencias.
Lenguas de muerte Algunas personas mueren debido a algo que se ha dicho. La lengua puede llegar a ser un arma de destrucción masiva, instrumento desencadenante de holocaustos y guerras. La lengua también puede terminar con matrimonios, familias, amistades, iglesias, carreras, esperanzas, entendimiento, reputaciones, esfuerzos misioneros, y gobiernos. Santiago 3: 2-6

Lenguas de vida Pero algunas personas también viven por causa de cosas que se han dicho. La lengua puede ser un “árbol de vida” (Proverbios 15:4). La lengua puede reconciliar pueblos y hacer la paz (“bienaventurados los que procuran la paz”, dice Mateo 5:9). La lengua puede formar matrimonios hermosos, familias fuertes, e iglesias saludables. La lengua puede dar esperanza al desesperado, extender el entendimiento y difundir el evangelio.

¿Qué saldrá de tu boca hoy?

3.Salmos 34:12-13 Si quieren gozar de la vida y vivir una vida feliz, dejen de hablar mal de otros y de andar diciendo mentiras.

4.Eclesiastés 10:12Cuando el sabio habla, a todos les cae bien; cuando el tonto abre la boca, provoca su propia ruina.

Conclusiones:
El corazón mueve nuestra comunicación: Todo depende de con qué se está llenando el corazón. Jesús dijo: “de la abundancia del corazón habla [la] boca” (Lucas 6:45). El corazón criticón produce una lengua que critica. El corazón que se cree justo por sí mismo produce una lengua que juzga. El corazón amargado produce una lengua mordaz. Y el corazón desagradecido produce una lengua quejosa.

Pero el corazón que ama produce una lengua llena de gracia. El corazón fiel produce una lengua sincera. El corazón apacible produce una lengua reconciliadora. El corazón que confía produce una lengua llena de ánimo.
Efesios 5:19