Siempre les hablo de
LOS TRES VIAJES DE LA MENTE que todo periplo a lugares soñados contiene.
Ya saben, el PRIMER VIAJE es el soñado: leer, documentarse, tomar notas, desear ir. Es maravilloso porque te crea expectativas de lo que quieres encontrar.
El SEGUNDO VIAJE es el físico.
EL TERCER VIAJE es el recuerdo de tu experiencia en los dos anteriores.
Hay gente que solo hace los dos últimos, pero olvida el primero.
A mis compañeros de aventuras siempre les digo que lo preparen antes, que lo deseen fervientemente, porque multiplica por diez la satisfacción al llegar allí.
Julio Verne apenas viajó, incluso Alexander Von Humboldt y el propio Plinio El Viejo, se movieron mucho menos de lo que imaginamos. Ellos extremaron el PRIMER VIAJE hasta el punto de hacérselo sentir a millones de personas, a menudo sin haber estado en los horizontes que narraron. El Primer Viaje de la Mente es el mejor, es literario, y lo vive uno leyendo las crónicas de otros, incluso sin llegar jamás a esos lugares en persona.
Un aullido.
